Buen inicio de semana de cuarentena a todos. Vengo a volver a endulzaros estos días en los que todos tenemos que hacer un esfuerzo extra para estar de bueno humor y no desesperarnos. Cocinar es la mejor manera de distraerse y de pasar un buen rato. Además, ahora ya nadie tiene excusas de que no hay tiempo para cocinar ni para hornear.
Los que me seguís en Instagram sabéis que llevo una temporada experimentando con el pan, pero nunca había hecho un pan dulce, pero eso ya sabéis que no podía durar tampoco mucho. Hoy me he atrevido y he hecho un pan brioche que ha salido de rechupete, perfecto para combinar con dulce o con salado.
Ingredientes
- 20 gr de Leche templada
- 20 gr de levadura fresca
- 400 gr de harina de fuerza
- 4 huevos medianos
- 120 gr de azúcar blanco
- 200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- Una pizca de sal
- Una cucharada sopera de esencia de vainilla
PasosEl primer paso es mezclar todos los ingredientes húmedos. Mezclad muy bien la leche con los huevos. Añadid el azúcar, la esencia de vainilla y la levadura desmenuzada. Removed bien para que el azúcar y la levadura se queden completamente disueltos.
Ahora tendréis que añadir la harina y amasar hasta que la mezcla esté homogénea. Este es el momento en el que tendréis que cortar la mantequilla ablandada en dados pequeños. Amasad muy bien para que la mantequilla se integre bien. Al añadir la mantequilla al final conseguiremos una mejor textura que si la añadimos al principio. Esta masa es un tanto pegajosa, pero intentad no desesperaros mucho, que el resultado merece la pena.
Una vez la mantequilla se haya integrado por completo tendréis que tapar la masa con un paño húmedo y dejar que la levadura haga su trabajo. Tendréis que dejar reposar la masa entre una y dos horas, el tiempo que necesite para doblar, o casi doblar, su volumen.
Pasado este tiempo tendréis que verter la masa en una superficie enharinada y quitarle el aire. En este paso podéis darle forma a la masa, bien haciendo una trenza, bolas o simplemente enrollando la masa sobre sí misma, eso es elección vuestra. Poned la masa en un bol y cubridlo de nuevo con un paño. Tendréis que dejar que la masa vuelva a doblar su volumen, sobre una o dos horas.
Cuando la masa esté lista tendréis que pintar la masa con huevo batido y hornearla a 180ºC durante 25-30 minutos, pero ya sabéis que eso depende de cada horno. Pasado este tiempo el pan debería de tener un color dorado súper intenso e irresistiblemente tentador. Si no os enamora nada más verlo es que le faltan unos minutos en el horno, paciencia. Una vez esté listo dejad que se enfríe durante unos quince o veinte minutos sin desmoldarlo. Pasado este tiempo podréis desoldarlo sin ningún problema. Dejad que se enfríe y disfrutad. O no esperéis a que se enfríe, ¡¡¡caliente está de escándalo!!!