
De postre, va muy bien con los últimos sorbos de tinto una tablita de quesos con uvas, aunque recomiendo dejar sitio para el espectacular brownie de chocolate negro con helado de chocolate blanco o para una pequeña sorpresa, el Gintonize, una particular versión del Gin Tonic sobre un plato. El menú del día, a muy buen precio (12,50 euros) se sale de la carta para ofrecer opciones más sencillas, de corte muy casero y tradicional, como pueden ser cremas, pastas y carnes sin estridencias.

Los destilados son la esencia de Bristol Bar. Tienen más de 60 referencias escogidas a lo largo y ancho del mundo por Ellie, y que se sirven a la perfección en animados afterworks por las tardes. Es muy recomendable ir los últimos jueves de cada mes porque la casa invita a uno, hecho con la ginebra a la que hayan dedicado ese mismo mes. No olvides probar Ish, una ginebra de su creación que está pegando fuerte ya en los mejores Gin Clubs.Para rematar la visita a Bristol, uno puede detenerse en sus espacios y decoración. Escudos, retratos y emblemas británicos se mezclan con espejos y vanguardistas tonos negros y rojos, que se pueden contemplar desde alguno de sus sofás Churchill. Bristol es, en resumen, trasladarse al corazón de Inglaterra y desterrar el tópico de que en Reino Unido no existe la buena cocina.

El precio a la carta no supera los 20-25 euros, todo un reclamo que te invita a no esperar más y lanzarte a conocer Bristol Bar. ¿Te lo vas a perder?
