Buenos días queridos lectores
En primer lugar disculparme por la ausencia de receta de la semana pasada; intentaré compensaros con ésta, que por las veces que la he hecho en estas últimas semanas puedo aseguraros que está para chuparse los dedicos y no está reñida con vuestra operación bikini, cómo se quejaban algunos compis del trabajo cuando les llevé uno.
Y yo me pregunto ¿es que aún existe eso?
Yo os invito a probar algo mejor: intentar comer sano y equilibrado durante todo el año, con vuestros caprichillos, si, pero si la mayoría de comidas durante la semana las hacemos bien, no hay ningún problema. Si además combinamos ésto con una vida activa, cómo bien os inspira y recomienda Paula, veréis cómo no necesitáis ninguna “operación puesta a punto” porque ya estaréis estupendos durante todo el año.A lo que íbamos; brownie, chocolate, babas, mmmmmm…..
Esta receta también es súper sencillita y está adaptada a lo que yo entiendo por la forma “más sana” que no por ello quiere decir que tenga menos calorías, sino con mejores valores nutricionales y menos aditivos o azúcares añadidos. Yo no cuento las calorías, sólo me fijo en que los alimentos tengan los menos añadidos posibles y sean lo más naturales que mi bolsillo pueda permitirse (porque sí, comer bien es algo carete). Pero cómo ya dije, cuerpo sólo hay uno y yo le intento dar lo mejor porque la alimentación es la base de todo. Delata el estado de tu piel, previene enfermedades, te da energía para el día a día.. etc.
Ingredientes
1. En primer lugar mezclaremos la harina con el gasificante en un bol y seguidamente la tamizaremos (pasaremos por un colador para que quede más finita y sea más fácil de mezclar). Veremos cómo se separa el salvado. Yo utilizo este preparado que podéis encontrar en supermercados cómo el de El Corte Inglés y sólo lleva harina integral de trigo y levadura y queda especialmente bien con bizcochos.
2. Una vez hecho esto, calentaremos en un cazo a fuego bajo la mantequilla ecológica con el chocolate sin azúcar para postres. Cuando esté totalmente derretido añadiremos los huevos, la miel y la esencia de vainilla en el propio cazo (yo utilizo esta sin azúcar añadido que compre en un Herbolario ), de manera que ensuciaremos menos y al no tener azúcar no hará falta mezclar los huevos con el azúcar por separado, cómo se suele hacer en las recetas clásicas de bizcochos. Mezclamos todo con las varillas.
3. Añadiremos esta mezcla a la harina tamizada poco a poco, para que no queden grumos, y removiendo con las varillas.
4. Finalmente trocearemos las nueces y lo restante de chocolate en trocitos, y lo añadiremos a la mezcla.
5. Engrasaremos un molde (yo utilizo uno desmoldable) y verteremos la mezcla, con el horno previamente precalentado a 200ºC. Introduciremos el molde en el horno y hornearemos durante 20 minutos a 180ºC o hasta que un palillo salga seco pinchándolo en el centro.
Finalmente nos quedará un brownie-bizcocho, ya que ni tendrá el volumen de un bizcocho pero tampoco la textura del brownie, que es más densa. A mí personalmente me gusta más así y a la gente que lo ha probado también
queda muy ligero, nada empachoso, el toque de la miel es genial, queda muy jugoso, pero lo mejor… ¡las miguitas que quedan!
¡Espero que os haya gustado!¡Feliz fin de semana!