BRUCE SPRINGSTEEN EN GIJÓN 2013. Foto: Mercadeo Pop
Estuve este jueves 12 de diciembre en el cine viendo la película de Bruce Springsteen: 'Western Stars'. Un complemento audiovisual a su último disco del mismo título, que no he escuchado más de cuatro veces en su totalidad. De hecho, puede que hayan sido tres veces.
La peli se basa en una interpretación en vivo completa de 'Western stars' con Bruce comandado una pequeña banda de músicos desconocidos respaldada por una orquesta de treinta elementos de viento y cuerda. También tiene su protagonismo su esposa, Patti Scialfa.
El recital, en plan íntimo, está grabado en el interior del granero que forma parte del rancho de Springsten al este de Los Ángeles. Y puede que os lo imaginéis en plan cuchitril, pero no, ni de coña, pues es tochísimo y está acondicionado como si fuera una acogedora sala de conciertos.
Entre canción y canción, reflexiones sobre la vida, imágenes de Bruce conduciendo o paseando con sus caballos en plan el vaquero de Marlboro. En plan vaquero solitario tratando de poner en orden sus pensamientos y de lanzar geniales reflexiones sobre el amor, la pérdida, la soledad, la familia y el inexorable paso del tiempo.
Está bien, sí, en serio, está hecho con elegancia, aunque ya que se trata del debut de Springsteen en la dirección -junto a Thom Zimn-, alguien podría haberle dicho algo sobre esos primeros planos de sí mismo extasiado con sus pensamientos en los que parece que ha visto a Dios.
El problema fundamental es que 'Western stars' es un disco menor en la discografía del estadounidense, por lo que el relato pierde consistencia. Un detalle habría sido, por cierto, que ya que los pasajes entre canciones están subtitulados, también lo hubieran estado las canciones para comprender totalmente la historia que nos quiere contar.
La guinda la ponen imágenes y vídeos caseros de Bruce y su familia, todo ello para potenciar un relato en primerísima persona y que sigue en la línea de los últimos años del rockero, que parece empeñado en contar su propia historia a su manera para que nadie pueda contarla diferente una vez que él ya no esté.
A sus 70 años recién cumplidos, Bruce quiere hacer su propio relato y en eso lleva enfrascado ya tres años con su autobiografía -acompañada por un disco específico para apuntalar la narración-, el espectáculo de Broadway y ahora este 'Western stars' con su correspondiente película.
La conclusión a la que llego es que igual ya basta de hablar de uno mismo. Ya basta de reflexionar en voz alta sobre la infancia, la familia, los demonios internos, la depresión y todo eso que, aunque interesante, hace de sus memorias unas de las menos divertidas que se recuerdan de una estrella del rock. Él quiso ese tono confesional y más profundo y eso es loable, aunque se echa en falta un poco del desparrame que cuentan otros muchos de sus colegas.
La línea íntima de 'Springsteen on Broadway' es emocionante, claro que sí, y nos muestra a un Bruce monologuista que sabe mezclar confesiones personales de calado con un divertido del humor. La cosa es que, lo dicho, igual ya está bien. Desde el lanzamiento de la autobiografía en el otoño de 2016, ha compartido con el mundo todo lo que tenía dentro, ha repasado su vida y se ha expuesto valientemente hasta el extremo.
Por eso, Bruce, ha llegado el momento de reunir a la banda. Ya antes del verano me llegaron cantos de sirena -de fuentes muy fiables- sobre una hipotética gira de vuelta al rock de estadio para 2020. Pero está a punto de acabarse 2019 y seguimos sin noticias. Además, para que se produzca ese regreso, tiene que haber un nuevo disco con la E Street Band, y no parece que eso esté para nada avanzado.
Hemos hablado tanto de nosotros mismos en la intimidad, que corremos el riesgo de olvidar lo bien que lo pasamos cuando estamos juntos con toda la banda. Es como cuando pasas una noche de esas de confesión con alguien tomando unas cerves o lo que sea que tomes y te quedas de puta madre. Hablas de mil movidas, te liberas, te quitas varias toneladas de encima y al día siguiente no sigues dándole vueltas. De hecho, nadie vuelve a hablar de lo que se dijo la noche anterior porque ya se dijo.
El último concierto de Bruce Springsteen & The E Street Band data del 25 de febrero de 2017 en Auckland (Nueva Zelanda). Antes, en la primavera de 2016, fue cuando pasaron por última vez por España. En 2020 hará cuatro años y, atendiendo a los ciclos anteriores, eso significa que ya toca. Necesito ver ya a este tipo sosteniendo su Fender Telecaster bien enchufada, rodeado por sus muchachos.
El tiempo pasa para todos y puede que solo tengamos una oportunidad más, quien sabe. Para mí, Bruce alcanza la plenitud absoluta cuando sale a escena con su pandilla de siempre. No es que cuando va a su bola y se pone hondo no me mole, pero es bien diferente. Por eso, reitero: ha llegado el momento de reunir a la banda, salir a las calles a ver qué se cuece y dejarse de movidas.
Mis conciertos con Bruce:
- Bruce Springsteen & The E Street Band (2016). Madrid
- Bruce Springsteen & The E Street Band (2016). Lisboa- Bruce Springsteen & The E Street Band (2013). Gijón
- Bruce Springsteen & The E Street Band (2012). Madrid
- Bruce Springsteen & The E Street Band (2012). Sevilla
- En la prueba de sonido de Bruce Springsteen en Sevilla 2012
- Bruce Springsteen & The E Street Band (2009) Valladolid
- Bruce Springsteen & The E Street Band (2008) Barcelona
- Bruce Springsteen & The E Street Band (2008) Madrid
- Bruce Springsteen & The E Street Band (2007) Madrid
- Bruce Springsteen & The Seeger Sessions Band (2006) Madrid
- Bruce Springsteen (2005) Madrid
- Bruce Springsteen & The E Street Band (2003) Gijón -de este no hay crónica-
- Bruce Springsteen & The E Street Band (1999) Madrid
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Y ahora #cine con #WesternStars de #BruceSpringsteen. Muy chula la #peli, pero la cosa está clara: Ha llegado el momento de reunir a la #banda. Viva #TheEStreetBandUna publicación compartida de Mercadeo Pop (David Gallardo) (@mercadeo_pop) el 12 Dic, 2019 a las 12:22 PST