De nuevo os cuento por estas fechas mi recolección anual de cositas varias que la blogosfera me ha proporcionado a través de los amigos de este peculiar mundo virtual.
Y si el año pasado os hablaba de camisetas, libros, pelis... en esta ocasión tengo unos poquitos, menos de los que quisiera, recuerdos de alguno de vosotros.
Y para tal ocasión he ataviado uno de los árboles emblemáticos de La Llacuna con las adquisiciones de esta temporada.
Y es un árbol especial pues recuerdo de pequeñito que nos subíamos a él y disfrutábamos de sus acomodos "interramales". Ese mismo árbol que ha sido testigo de muchas generaciones llacunenses y que nos ha aguantado estoicamente sin decir ni mu (que yo sepa)..
Aquí tenemos al emérito vegetal acogiendo mis tesoros de este año. ¿Que no se ve?, no problem, aquí os amplio la "estantería" en cuestión:
Son pocos pero muy preciados. Y para hablaros con más detalle de ello, más foticos:
El árbol esta sito en la Font Cuitora y para dar testimonio de ello y del presente que CreatiBea en vinividivinvi tuvo a bien otorgarme tras ganar un concurso que propuso en su sitio he utilizado el letrero de la fuente para mostraros esta magnífica taza y la caja que la acompañaba.
Y siguiendo con CreatiBea os presento el premio estrella de ese concurso: una fabulosa cámara digital que fue el regalo que escogí con el cheque regalo de amazon. Esta vez la he acomodado en el hueco de otro árbol de tan bello paraje.
Y Kayena, en Negro sobre blanco, organizó allá por Reyes un amigo invisible de libros entre los amigos blogueros que participamos en su iniciativa: Al margen del amigo invisible tuve la suerte de ser agraciado con uno de los ejemplares que regalaba en este caso el autor de la obra que muestro: El oasis maldito, de Sánchez Lizón, que además tuvo el detalle de dedicármelo. Y que mejor lugar que la propia Font Cuitora para mostrar el libro
Y en esa misma iniciativa, de amigo invisible literario me tocó en suerte un clásico que siempre quise leer pero que nunca me decidía: La metamorfosis de Kafka. gentileza de una galleguiña que responde al nombre de Marta de Allí donde solíamos gritar, quién sabe si entre el follaje del lugar mora el protagonista del relato.
Y esta ha sido la recolección de este año. A ver si en este próximo curso me animo y recojo algún detalle más de la blogosfera, esperemos que sí, ya os contaré