Por que aunque parezca que se me ha ido la mano con el horno, os prometo que es mermelada de moras esparcida por todo el pan... Creo que tendría que haber escogido cualquier otra mermelada con un color más agradable, de echo estuve dudando entre ésta y otra de naranja amarga con miel, pero me gusta tanto la de moras que no pude resistirme...
Pero es verdad... Pese al bonitismo que he intentado poner en las fotos, no va a evitar que penséis en que parece churruscaillo jajaja. Aún así, os aseguro que está delicioso.
Parece que esta semana además de dulces va de flanes, por que la base de este budín, además del pan y la mantequilla, es una especie de flan, aunque este lleva huevo ;). Os voy a contar un poquito la historia de este postre.
El budín de pan y mantequilla tiene sus orígenes en el siglo XVII derivado de otro postre inglés llamado bread pudding que se servia solamente en las grandes ocasiones, ya que era considerado de lujo. El original se prepara horneando una mezcla de pan con mantequilla y pasas u otro tipo de fruta deshidratada para posteriormente bañarlo en huevos, leche y un poco de vainilla.
Era considerado un postre para gente sin recursos ya que para elaborarlo se utilizaba pan duro, pero se hizo más sofisticado a medida que la clase media comenzaba a tener acceso a ingredientes como los huevos, la leche, las pasas o el azúcar y evolucionó hasta la receta actual, en la que se usa tanto pan del día anterior, como bollería o pan de molde. Además, también hay variaciones con frutas frescas e incluso se añade licor o chocolate a la base de leche y huevos.
Aunque a mediados del siglo XX este postre perdió popularidad, grandes chefs británicos han conseguido que vuelva a estar de moda e incluso que se sirva en los mejores restaurantes de cocina británica. Así que con todos esos ingredientes ya os podéis imaginar lo rico que está ¿verdad? Para prepararlo me basé en esta receta de Jamie Oliver, que este hombre nunca me falla, y os aseguro que ni le sobra ni le falta nada. Como mucho no haber preparado más cantidad, pero eso ya es otra historia ;).
Tiene el punto justo de dulce y con la mermelada de moras le añadí un toque ácido que nos encantó. Además es un postre buenísimo para servir cuando vienen invitados a casa ya que es muy fácil de preparar y estará más rico si lo dejas reposar un día, lo que te permitirá prepararlo tranquilamente :).
Ingredientes (6 raciones aproximadamente)
- 5 rebanadas de pan de molde
- 4 huevos grandes
- 75 gr. de azúcar glass
- 300 ml. de leche
- 100 ml. de nata
- 1 vaina de vainilla (o una cucharada de azúcar avainillado)
- 3 cucharadas soperas de mermelada de moras
- 40 gr. de mantequilla sin sal
- Una pizca de nuez moscada
- Una pizca de canela molida
- 2 mandarinas (o una naranja)
En un bol añade la mantequilla a temperatura ambiente, la canela y la nuez moscada. Lava y ralla la piel de dos mandarinas y mezcla todo.Usa un poco de esta mantequilla para engrasar la bandeja en la que prepararás el budín en el horno y reserva.
Pon a precalentar el horno a 180ºC calor arriba y abajo.
Unta las rebanadas de pan con la mantequilla especiada que preparaste y córtalas por la mitad en diagonal.
Coloca el pan en la bandeja que engrasaste, intercalándolas y con la parte de la mantequilla hacia arriba. Reserva.
En un bol añade los 4 huevos, el azúcar glass, la leche la nata y la vainilla. Remueve hasta que tengas una mezcla líquida, sin grumos y homogénea.
Vierte esta mezcla sobre las rebanadas de pan, cubriendo todos los huecos.
Coloca la bandeja con el pan dentro de otra más grande y rellénala de agua para que el flan se haga al baño maría.
Mete las bandejas en el horno entre 30 - 40 minutos, hasta que veas que el flan está cuajado. En ese momento, saca las bandejas del horno, retira la bandeja del agua y reserva.
Cambia el horno a la opción grill.
En un cazo derrite la mermelada y, con la ayuda de un pincel, repártela por toda la superficie del pan.
Vuelve a meter la bandeja en el horno unos 6 minutos y ya estará listo nuestro rico budín al estilo de Jamie Oliver ;).