Revista Coaching

Buena suerte

Por Ficalmo

Decálogo de reglas para crear y mantener la buena suerte:

1. La buena suerte la crea uno mismo, por eso dura siempre: uno de los principales problemas reside en que la gente no sabe gestionar su suerte y por lo tanto no sabe cómo mantenerla. Un ejemplo de ello es que el 90% de las personas agraciadas en los juegos de azar pierden su fortuna en los siete años siguientes. El 10% restante mejora su forma de vida pero mantiene sus hábitos, de esta manera logra conservar su dinero y, por lo tanto, su buena suerte.

2. Fijarnos un objetivo claro ayuda a conseguirlo, si no sabemos dónde vamos difícilmente llegaremos. Pocos son aquellos que se deciden a emprender un negocio, a poner en marcha una idea, sin embargo una gran mayoría participa en juegos de azar. Pretendemos que la buena suerte venga a nosotros sin hacer ningún esfuerzo para conseguirla.

3. Para que llegue es conveniente crear nuevas circunstancias: para llegar a una situación diferente y mejor que la actual es necesario cambiar las circunstancias que nos rodean. En muchas ocasiones las empresas no avanzan porque no modifican sus escenarios de negocio, no se atreven a innovar.

4. Crear circunstancias en las que otros también salen beneficiados atrae a la buena suerte: vivimos en un mundo global en el que todo está conectado y nuestras acciones y decisiones repercuten activamente en los demás. “Por ejemplo, Bill Gates sólo tiene el 10% de las acciones de Microsoft, ha cedido el 90%. Probablemente, si hubiera querido concentrar ese 100%, ahora sería tan sólo un pequeño empresario de la Costa Este. Compartir es importantísimo. Al final, la buena suerte es como el agua: si la dejas estancada, se pudre, lo que necesita es fluir” dice Trías.

5. Si dejas para mañana la preparación de las circunstancias, la buena suerte quizá nunca llegue: es necesario ponerse a trabajar cuanto antes y que,-como decía Picasso-, "la inspiración te pille trabajando” La buena suerte llegará a aquellos que estén trabajando para conseguirla.

6. No cesar en el trabajo. Incluso bajo las circunstancias aparentemente óptimas, a veces la buena suerte parece no llegar. Según Trías de Bes, “cuando hayas creado todas las circunstancias favorables no ceses en el trabajo; ten paciencia”. Es fundamental perseverar y no desanimarse tras muchos intentos al final se obtiene lo deseado.

7. A los que sólo creen en el azar, crear circunstancias les resulta absurdo; a los que se dedican a crear circunstancias, el azar no les preocupa: la clave reside en visualizar aquello que deseamos conseguir. Si se visualiza el peor escenario posible y se preparan las soluciones al mismo, estaremos preparados para enfrentarnos a cualquier contingencia.

8. Nadie puede vender suerte: hay que desconfiar de los vendedores de suerte, de aquellos que proponen fabulosos negocios en los que solo es necesario hacer una “pequeña inversión” y esperar a que lluevan los beneficios. En la mayoría de los casos suelen ser fraudes.

9. Cuando ya se hayan creado todas las circunstancias hay que tener paciencia, no abandonar: tener confianza en que la buena suerte llegará y no desanimarse porque los proyectos no salgan bien a la primera. “Según la revista Forbes, antes de hacerse millonarios, los millonarios americanos se arruinan una media de 3,75 veces. Es decir, lo pierden todo y vuelven a empezar 3,75 veces, aunque, eso sí, probablemente aprendiendo mucho de los errores”, afirma Trías de Bes.

10. Crear buena suerte es prepararle las circunstancias a la oportunidad: Las oportunidades empresariales siempre están ahí, no dependen de la suerte o el azar. “El azar existe, pero no es determinante, ya que las oportunidades son infinitas. La buena suerte depende de uno mismo”.

BUENA SUERTE


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