Enrique Bunbury ha mantenido una charla con el productor Paco Loco en el marco del festival Monkey Week, en la que ha hablado de temas de lo más diversos.
En un tono de lo más distendido por la amistad que une a ambos, Paco Loco pregunta a Bunbury si alguna vez se cansa de su propia voz, a lo que el músico responde desvelando algunos de sus favoritos.
"A todos los que nos apasiona la música de repente encontramos artistas que nos parece glorioso como cantan. Y a poco que tengas un poco de modestia siempre piensas que los buenos son los demás ", plantea.
Y prosigue: "Yo escucho a gente como Thom Yorke o Jeff Buckley, que son voces que tienen este agudo que dices 'yo no tengo esa voz'. Me encantaría. Sinceramente, me gustaría tener una voz tan fina, tan bonita. Lo de Jeff Buckley es insultante".
En esta línea, apunta que al final todo se trata de "encontrar el modo de transmitir cosas" con la voz de cada cual: "Lo más importante es llegar a establecer una conexión de complicidad con el oyente ".
A su juicio, eso es algo que puede "conseguir alguien con una gran voz o alguien con una voz muy escasa", y llega a poner a Leonard Cohen como ejemplo. "Esa conexión que establece Leonard con el oyente es magia, es oro puro en la voz de alguien. No llega a los agudos de Jeff Buckley, pero tiene una voz privilegiada para mí", remarca.
ASUNTOS VARIOS
Entre los otros asuntos comentados en la entrevista, conducida también por Joan Vich Montaner, Bunbury señala al batería del afrobeat Tony Allen como una importante influencia de su inminente nuevo disco -el segundo de 2020, que llegará en diciembre-.
Sobre esta actividad compositiva bromean por el hecho inédito de publicar dos discos en un mismo año, algo que parece totalmente de otro tiempo, pero que se debe principalmente a la imposibilidad de salir de gira.
"Me gustaría hacer una amenaza formal a todos los gobiernos. Voy a grabar un disco cada siete meses hasta que nos dejen tocar. Y yo siempre cumplo mis promesas", lanza divertido el músico aragonés.
Sobre lanzar dos discos en un tiempo en el que parece que se impone el single, Bunbury reflexiona: "Han hablado de la muerte del álbum infinitas veces. Y una mentira contada un millón de veces parece una verdad. Pero no hay nada que indique que haya muerto el álbum".
"Es cierto que entre una gente más joven hay tendencia a consumir en playlist y streaming las canciones, pero a día de hoy el consumo de música es muy amplio ", explica.
Bunbury grabó este nuevo disco el pasado verano: "Salen los dos en el mismo año y es algo que me alegra enormemente. Siempre me ha dado mucha envidia lo que pasaba con los artistas de los sesenta y los setenta, que sacaban un disco en primavera y otro en Navidad".