Estos buñuelos resultan adictivos, coges uno y otro, y otro… es un sin parar, a mi me gusta hacerlos pequeños por este mismo motivo porque cuando te has dado cuenta resulta que te has comido una docena, o más.
Fuente: Cocina sin tontería (Juan Eslava Galán-Diana Eslava) Ed. PlanetaINGREDIENTES:
2 dientes de ajo
Unas hojitas de perejil fresco
250 g de bacalao desalado y sin espinas
2 vasos de agua
2 vasos de harina
½ vado de aceite de oliva
4 huevos L
Aceite para freír
Sal (si el bacalao estuviera muy desalado)
PREPARACIÓN:
Majamos en un mortero los ajos y el perejil y desmigamos el bacalao que previamente habremos desalado*.
*Desalado: Introducir el bacalao en un recipiente con agua fría y meter en el frigorífico durante 24 horas, cambiar 2-3 veces el agua.
En una cazuela echamos los dos vasos de agua y el medio vaso de aceite de oliva, llevamos a ebullición y añadimos la harina removiendo rápidamente para evitar que se hagan grumos; una vez que la mezcla haya espesado y esté uniforme, se aparta del fuego.
Cuando se haya enfriado, incorporamos los huevos mientras seguimos removiendo, y una vez que estos se hayan integrado con la masa, agregamos el majado de ajo y perejil y el bacalao desmigado.
Con un par de cucharas confeccionamos bolitas con la masa y las freímos en aceite hirviendo. Cuando estén dorados los buñuelos, se retiran de la sartén y se colocan en papel absorbente.
Y no queda más que disfrutar de ellos.
BUEN PROVECHO