Revista En Femenino
Desde niños nos han enseñado la importacia de saberse autocontrolar. El niño "bueno" era aquel que obedecía a sus padres y profesores, en detrimento de sus propios deseos. el autocontrol es una conduta que nos ayuda a vivir en sociedad y a respetar los derechos de los otros pero, en demasia, puede llevarnos a una represión excesiva de los sentimientos , convirtiéndonos en personas sin chispa, es decir, con poco criterio y falta de creatividad. En el otro extremo están las personas excesivamente impulsivas, de conductas, en ocasiones, impropias e, incluso, temerarias.
La clave está, por lo tanto en buscar el equilibrio dependiendo de la ocasión. Gestionar correctamente la impulsividad nos ayudará a convertirnos en mejores personas y conseguir nuestros objetivos.
"Todas las pasiones son buenas mientras uno sea dueño de ellas, y todas son malas cuando nos esclavizan"
Jean-Jacquee Rousseau, filósofo suizo