Revista Cine

BUSCANDO A ERIC - Working class hero (donde se narra cómo Trotsky conoció Youtube)

Publicado el 29 noviembre 2009 por Loscriticones

Tú (muchacha de ojos tristes) que sabes lo difícil que es encajarnos un final feliz a estas alturas, aquí tienes el buenrollo absoluto: Buscando a Eric

Ken Loach pone las ideas viejas, el foco, la lucha de clases, el enemigo y marca los objetivos. Loach es el ambiente, la marea de fondo. Laverty se encarga de todo lo demás, del curro pelao, de escribir el guión, de pulir los personajes, de encajar los conflictos, de aterrizar la película en el barrio, en la realidad más popular, rabiosa y reconocible. Loach pone a Trotsky y Laverty el Youtube.

Dicen que fue Cantona, el hombre, el mito, quien se presentó con la idea debajo del brazo (ver para creer). Supongo que es como si Futre (me sopla un espabilado) le va a Almodóvar con una buena historia. Cantona es el jugador chungazo que celebraba los goles del Manchester United perdonando la vida a los setenta mil espectadores que le jaleaban, un macarrón de tres pares, un pavo que saltó la valla para calzarle una de kung-fu a un espectador faltón y racista (Cantona es de origen gitano).

En la peli Cantona es un mito, un numen, un dios protector (y psicoterapeuta) que guía al héroe: Zeus velando por un Ulises moderno, currela cochambroso, perdedor congénito, catastrófico, mezquino, cobarde, desbordado, arruinado, deprimido y deliciosamente tierno: un working-class-hero impagable ante el proceloso océano del barrio.

Buscando a Eric es realismo social duro, sesentero, patanegra e inglés: allí radica el proletariado más antiguo de mundo, el más clásico, el más alienado, en el que pensaba Marx mucho antes incluso de ser exprimido por La dama de hierro, el lumpen británico del 2009 con su youtube y su gangsta rap. Son gente muy especial la common people de las islas: con sus camisetas de fútbol, sus birras, su slang, su pandilleo, su desprovisión absoluta de pasado reconocible y de raigambre rural, su comida basura, su humor ácido, su hiperrealismo nebuloso y funcional, su tristeza y sus pequeños alivios de saturday night. Está todo en Buscando a Eric que es también, a su manera, alegato asociacionista y sindical o sea Ken Loach… y terapia de grupo, manual de autoayuda y socialización, o sea Laverty.

Pero también es realismo mágico y leyenda épica y comedia romántica pintada desde la retina compasiva de un tipo que conoce y disecciona al personal con la destreza de los grandes pero con las tripas del pueblo, de la peña del barrio que va al fútbol el domingo y pierde la bolsa y la vida por su equipo.

Buscando a Eric es el cuento de Otoño que yo le regalaría a cualquiera.

PD: Ni mentar lo bien que le vendría al combativo británico un cursillo de imagen, porque apenas abriera el manual de la cámara descubriría que hay una cosa que se llama fotografía. Ni mentar que los actores ingleses deben estudiar en una escuela de otra galaxia (muy lejana a la de sus ibéricos colegas).

PD2: La canción más ferozmenteproletaria que haya sido escrita (con permiso de Paco Ibáñez) no la ha escrito un punk, ni un minero, ni un cantautor. ¡Fue parida por un glam pop inglés!

(Working class hero - Mr Lennon)

ARM


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revista