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Cajón Deportivo – Shawn Bradley

Publicado el 26 mayo 2015 por César César Del Campo De Acuña @Cincodayscom

Cajón Deportivo…por César del Campo de Acuña

Aficionados al deporte, sean bienvenidos una vez más a Cajón Deportivo, la sección dedicada a recordar a todos aquellos ídolos del deporte que han caído, más o menos, en el olvido. En esta nueva entrada trataremos de superar una de las mayores torres vistas en una cancha de baloncesto.

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¿De quién hablamos?: de Shawn Paul Bradley, Shawn Bradley, un ex jugador de baloncesto estadounidense nacionalizado alemán nacido el día 22 de marzo de 1972 en Landstuhl, Alemania Occidental. Con sus 2,29 jugaba en la posición de pívot.

¿Por qué la recordamos?: Le recordamos principalmente por su altura, por su facilidad para taponar, por su pequeño papel en la película Space Jam (junto a Patrick Ewing y Larry Johnson), por su físico desgarbado y por la cantidad de mates que le hicieron encima debido a su poco peso y fragilidad defensiva.

¿Qué fue de él?: Se retiró del baloncesto profesional en 2005 tras 12 temporadas en la NBA. Desde entonces Bradley se ha volcado con diferentes proyectos humanitarios, a gestionar su rancho (con más de 350 cabezas de ganado), a entrenar y a tutorar en la escuela para jóvenes en riesgo de exclusión social West Ridge Academy, a aspirar a la Cámara Representantes por el Partido Republicano en Utah y a pasar tiempo con su mujer y sus seis hijos.

¿Sabías Que…?: Fue seleccionado en la segunda posición del Draft de 1993 tras Chris Webber. El analista profesional Marty Blake (conocido popularmente como “El Padrino de los Draft”) dijo sobre el pívot: “No tengo ninguna duda sobre él. Cualquiera que piense algo diferente no tiene ni idea de baloncesto. Nunca ha existido un jugador de baloncesto como Shawn Bradley”. En ese mismo draft fueron seleccionados Anfernee Hardaway, Allan Houston, Sam Cassel y Jamal Mashburn entre otros.

Aunque fue criticado durísimamente durante sus años como profesional (han llegado a decir que jamás tendría que haber pisado una cancha de baloncesto y que solo era una atracción de feria) Bradley se defiendo diciendo: “Tan solo ha habido un jugador que ha machacado más veces sobre mí que tapones yo le he puesto (refiriéndose a Shaquille O´Neal), pero claro lo que es noticia es que el jugador de 1,95 haga un mate sobre el de 2,29, no que el de 2,29 consiga cinco tapones en un encuentro, eso es algo que los medios presuponían como normal”.

Hasta la fecha, con sus 2.29 (7 pies y 6 pulgadas) es el jugador estadounidense más alto de la historia de la NBA. Tan solo le han superado en altura el rumano George Mursean con 2,31 (curiosamente escogido en el mismo draft que Bradley) y el sudanés Manute Bol con 2,31. Por si no se habían dado cuenta, su primer dorsal como jugador fue el 76 en clara referencia al equipo que le escogió (Los Philadelphia 76ers) y a su estatura (7 pies y seis pulgadas).

El aspecto del juego en el que más destaco fue a la hora de colocar tapones. Bradley está el número 16 en la lista de taponadores históricos de la NBA con un total de 2119 gorros. En tan solo una temporada en la NCAA consiguió 177 tapones (un promedio de 5.2 por encuentro) algo que se ha convertido en todo un record. Curiosamente tan solo lidero la clasificación en este aspecto defensivo en la temporada de 1997 con 3.40 pinchos de merluza por noche en 73 partidos.

Tan solo paso un año jugando en la universidad (Brigham Young University). Tras aquel año, movido por su fe se fue a Australia como misionero para predicar su religión (es Mormón). Tras dos años en las antípodas, cuando regreso a Estados Unidos decidió no seguir en la Universidad y presentarse al Draft.  Curiosamente, su primer año en la competición universitaria auguraban buenas cosas para el gigantesco pívot, ya que en tan solo un año recibió honores como el mejor Freshman (novato) de la  Western Athletic Conference, fue nombrado miembro del mejor equipo defensivo de la citada conferencia y fue nombrado All-American por Associated Press.

Quizás en la etapa que más destaco como jugador fue durante sus años de instituto. Durante sus tres años jugando para el Emery High School de Castle Dale, Utah, Bradley consiguió 20.3 puntos por partido, 11.5 rebotes por lance y 5.4 tapones por encuentro. Llevo a su equipo a dos campeonatos estatales y fue nombrado MVP del torneo en dos ocasiones. Sus números y su juego le valieron para ser nombrado All- American por varias publicaciones y una invitación al McDonald’s All-American Game donde fue nombrado MVP del equipo de oeste gracias a 12 puntos, 10 rebotes y 6 tapones. Curiosamente, aunque en el instituto despunto como reboteador en ninguna de sus 12 temporadas en la NBA supero la barrera de los 10 rechaces por noche.

El mismo ha declarado en incontables ocasiones que el baloncesto, aun cuando jugaba en la NBA, jamás fue su principal prioridad. Lo más importante en la vida de Bradley ha sido, es y será su familia y su fe. Shawn Bradley, probablemente sea uno de los hombres más íntegros y auténticos que han pasado por la competición y en cierta ocasión fue multado con 10.000$ por negarse a acudir a una reunión de jugadores celebrada en un club de striptease.

A pesar de que su día a día nunca ha sido fácil Bradley ha destacado en más de una ocasión que jamás se cambiaría por otra persona y aunque en todas las entrevistas que le han hecho siempre ha salido a relucir el tema de su altura, el ex jugador siempre ha considerado su tamaño como un don que le ha permitido viajar por todo el mundo, ayudar a incontables personas y predicar su fe.

Según Jeff Van Gundy, en un reciente documental dedicado a Shawn Bradley, el pívot al que tanto han humillado y criticado es el que ha reído el ultimo. A lo largo de su carrera en la NBA ganó más de 77 millones de dólares y el impacto positivo que ha causado en la sociedad por medio de su filantropía y trabajo social es el que debería juzgarle, no el tiempo que paso jugando al baloncesto.

Bradley dijo tras su retirada: “Puede que no cumpliera con las expectativas de cambiar el baloncesto o la trayectoria de una franquicia, pero mira, yo salía, trabajaba duro, no mentía ni engañaba a nadie. Siempre dije: esto es lo que puedo ofrecer, si lo podéis utilizar, bien, si no, está bien de igual manera. Pase 12 años en la NBA y me retiré a mi manera. Lo veo como un gran éxito y estoy muy orgulloso de ello”.

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