Revista Cocina
Los que nos seguís, sabéis que yo tengo un trocito de de Almería en mi corazón, concretamente en Mojácar, lugar al que me escapo siempre que puedo. A lo largo de estos años, he ido descubriendo platos de los que no sabía nada de su existencia, y es que creo que Almería es una gran desconocida y que tiene mucho que descubrir.
Entre los platos de su gastronomía, se encuentra el "Pimentón almeriense", un rico guiso de patatas y pimentón que se preparaba antiguamente con los restos de pescado del día anterior. El plato que traigo hoy no es el originario "Pimentón almeriense", sino una adaptación a los gustos de mi casa, pero os puedo asegurar que no os va a defraudar.
Ingredientes:
1 kg de patatas
1 cucharada de pimentón ahumado
500 gr. de mejillones sin cáscara
3 cucharadas soperas de tomate frito
2 pimientos secos o ñoras
1 litro de caldo de pescado
4 dientes de ajo
1/2 cucharadita de cominos
1/2 cucharadita de azafrán
1/2 cucharadita de perejil seco
Aceite de oliva
Sal
Preparación:
Pelamos y lavamos las patatas y las cortamos en trozos gruesos, las ponemos en una cacerola y las cubrimos con caldo de pescado.
Añadimos los pimientos secos, y dejamos al fuego hasta que están casi cocidas las patatas, unos 15' aproximadamente. Retiramos los pimientos secos y reservamos.
Majamos en un mortero los ajos, los cominos, el perejil y el azafrán. cuando esté todo hecho una pasta, añadimos los tomates secos y el pimentón, incorporándolos a esa pasta.
Vamos virtiendo poco a poco aceite de oliva y mezclando con movimientos rápidos, hasta conseguir una textura como de mayonesa o de puré fino. Añadimos después el tomate frito. Yo he usado un tomate frito casero espectacular que prepara mi consuegra con tomates de su huerta.
Incorporamos este majado al guiso junto con los mejillones, y dejamos 5' al fuego hasta que vaya a romper a hervir. Yo he preparado el guiso con mejillones congelados sin cáscara. Si vamos a usar mejillón fresco debemos contar con 1 kg, pero también es suficiente con incorporarlos los últimos 5'
Servimos caliente, aunque yo prefiero dejar el guiso reposar, por lo que, si podemos lo hacemos por la mañana temprano y luego calentamos, o de un día para otro.
Bon appétit