En su afán por promocionar sus juegos, muchas empresas se lanzan a una carrera loca de declaraciones, anuncios y lanzamientos de trailers. ¿El objetivo? Que dichos juegos estén en boca de la mayor cantidad de gente posible, sea para bien o para mal. Lo importante no es que hablen bien o mal de ti, sino que hablen. Hay multitud de ejemplos en la industria, pero yo sólo mencionaré algunos de ellos (sois bienvenidos a añadir más en los comentarios).
Aquí tenemos a un cliente de PSN descontento
En primer lugar tenemos a Rockstar, experta en que sus juegos levanten polémica debido al alto contenido violento o a estar llenos de lenguaje políticamente incorrecto. Seguro que todos recordáis el caso Manhunt 2, prohibido en varios países por ser un juego extremadamente sádico y sangriento. Una agria polémica rodeó al lanzamiento y a duras penas pudo llegar a las estanterías de las tiendas pues era considerado el origen de todos los males de la humanidad (y luego, la verdad, es que no era nada del otro mundo).
También tenemos el ejemplo de Electronic Arts con Dante’s Inferno. No les bastaba con tratar en el juego temas que ya iban a venir con polémica por defecto (la religión y la violencia de las cruzadas), sino que utilizaron falsas protestas de supuestos grupos religiosos como forma de levantar polvareda en torno al lanzamiento del juego. Debieron pensar que si a Rockstar le funcionaba bien con sus juegos, ¿por qué a ellos no? Bueno, la gente no es tonta y al final se destapó el pastel. Siendo malpensado, alguien podría decir también que el hecho de que se destapase todo el pastel y la polémica que vino luego podrían formar parte también de la estrategia.
Y qué decir también de los desarrollos eternos (¿Duke Nukem Forever? ¿Gran Turismo 5?), que para no perder el interés del público, aprovechan cualquier oportunidad para colar un trailer, un adelanto, o una declaración de cualquier miembro del equipo de desarrollo. Alguien debería contar las veces que los juegos son anunciados en ferias como el E3 o el Tokyo Game Show como si fuesen novedades (¡incluso con el mismo trailer!). Aunque he de reconocer que en este caso el hype está justificado, no deja de resultar curioso.
No hay nada como el olor a locust serrado por las mañanas
Otra técnica que se está poniendo de moda últimamente es la de anunciar el trailer de un juego con otro trailer (Epic Games arderá en el infierno por hacer esto con mi querido Gears of War 3). El sumum de lo absurdo elevado a la enésima potencia. Es meter hype dentro del hype1, si es que eso es posible.
El último ejemplo que se me viene a la mente es bien cercano y es el que me ha motivado a escribir esta entrada. Activision parece que no tiene suficiente con el interés que despierta la nueva Infinity Ward tras la polémica del despido de sus antiguos jefes, y ha puesto a funcionar a pleno rendimiento la maquinaria del hype con su joya de la corona: Call of Duty: Modern Warfare 3. Tras un espectacular trailer que nos dejó entrever una campaña épica, multitud de blogs y portales de noticias se hacen eco hoy de las declaraciones del mismísimo Eric Hirshberg, CEO de Activision, que ha asegurado que su juego será lo más mejor del mundo y hará que deseemos un hijo suyo:
Call of Duty Modern Warfare 3 es, de lejos, la aventura más épica hasta ahora. Los equipos de Infinity Ward y Sledgehammer Games han trabajado sin descanso para crear una escala para el jugador que es inimaginable, con un nivel de pulido y creatividad que llevará al género un paso adelante.
Pues yo sólo espero que la campaña de un jugador sea más larga que la de su antecesor, porque lo de la duración de Modern Warfare 2 debería ser delito con penas de cárcel. Aunque, vista la importancia que le dan al multijugador (“el más avanzado jamás creado”, dice el señor Hirshberg), mucho me temo que mi deseo caerá en saco roto.
Para ir concluyendo, me gustaría deciros que no deis nada por sentado. No os vayáis a pensar que ya lo hemos visto todo en técnicas de aumento de hype porque, como decía Homer Simpson, “la vida es una derrota tras otra hasta que acabas deseando que muera Flanders“. O dicho de otra forma, la estupidez humana no dejará de sorprendernos.