Una actriz en un momento muy bajo de su carrera acepta un papel en una cadena que vive de las llamadas de los espectadores. El programa está levemente caricaturizado, pero el formato, las engañifas y la chabacanería son claramente reconocibles. La película tiene muy bajo presupuesto y se nota, y hace de la necesidad virtud cultivando una estética de cine B, con colores y contrastes fuertes, unos personajes esquemáticos y superficiales que rellenan un guión delirante y retorcido. De hecho, ni siquiera busca ser creíble ni verosímil, y puede convertirse en objeto de culto por su clara apuesta por lo extremo y excesivo. Tiene mérito hacer cine con tan pocos medios y tanto entusiasmo.Puntuación @cineEnCines: 4/10
