Callate

¿En qué momento se dio el pasaje del más acá con el más allá de lo mundano? ¿En qué vuelta de página me introduje en lo fantástico?
Si le pregunto a ella seguramente me miraría con ojos dulces pero con mirada incrédula y me diría "callate". Pero a veces es inevitable pensarlo y decirlo, luego, para certificar que ella no es una mera proyección onírica.
Me tengo que volver imprescindiblemente empirista cada vez que a la mañana abro los ojos y luego, instantaneamente, miro a mi costado o en mi celular si ella "es", "está".
"Callate". Sí, claro. Mejor que decir es hacer, instant karma peronista, pero reformulo la falacia cartesiana... esa que dice "Pienso, luego existo", consigna netamente individualista autosuficiente, ya no me sirve, porque necesariamente tengo que decir "Pienso en ella, luego existo", momentos previos del "siento, constato que es real, luego soy feliz".
"Callate". Me callo, bueno