18 diciembre, 2014 by Paco Leave a Comment
Hay un sueño en la cabeza de muchas personas. Una ilusión que implica un giro más saludable en su manera de vivir. Basta con ver la revolución de los huertos urbanos en nuestras ciudades. Cultivar tus propios alimentos, de manera natural, sin químicos añadidos, disfrutar el sabor de las cosas como son, tal como y como la naturaleza los ha creado. Pocos placeres hay como comer un tomate recién recolectado de tu propio terraza, ese sabor difícil de igualar, esas lechugas…mmm.
Hace ya unos años que la idea me sedujo. Y me puse manos a la obra en mi pequeño balcón, apenas tres metros cuadrados. Para un novato integral, como podéis imaginar el reto era mayúsculo, pero como pasa cuando una persona terca está convencida de algo, me lance a la tarea de manera pertinaz.
Uff! fueron muchos los tropiezos iniciales, ahora miro atrás en el tiempo, a veces de charla con los amigos, los mismos que se reían de mi al principio y que ahora siempre quieren que les invite a cenar, y mientras nos tomamos unas cervezas 0.0, se empecinan en recordar, sacándome los colores. Descuidos en el riego, falta de luz, escasez de abono…de todo me pasó.
Luego viene la sesión de preguntas, todos quieren hacer lo mismo en sus casas, las ventajas de tener tu propio huerto les seduce, pero alegan desconocimiento, falta de tiempo o falta de espacio para montar el suyo. Excusas! les digo yo.
Y es que no es mucho lo que hay que saber para mantener tu propio huerto en tu balcón, en líneas generales basta con tener una serie de conceptos básicos:
- Debemos buscar un sitio con un mínimo de 5 o 6 horas de luz directa al día, tomando como referencia la estación de verano. Una orientación hacia el sur será, además, la ideal.
- El espacio no es tan determinante. Te puedes plantear sembrar tus hortalizas en macetas, en mesas de cultivos, en vertical… todo depende de tu ingenio.
- La variedad de verduras y hortalizas que podemos cultivar en estas mesas es enorme: berenjenas, ajos, acelgas, cebollas, pepinos, lechugas, espinacas, tomates, etc. Éstos últimos son, sin duda, los protagonistas de muchos huertos urbanos, aunque otros como la lechuga o el rábano son más fáciles de cultivar.
- Lo ideal es mezclar distintas especies en nuestras mesas de cultivo, pero ojo, evita por norma juntar hortalizas distintas pero que sean de la misma especie.
- Dependiendo de lo grande que sea tu huerto, una regadera de las de toda la vida es la mejor forma de realizar el riego. También es buena idea contar con una manguera, pero ojo, con hilo suave de agua es más que suficiente. La frecuencia viene muy condicionada de la época del año. Así en verano puede ser conveniente regar casi todos los días, y en invierno puedes espaciarlo de semana en semana, o incluso en periodos de tiempo superiores. Todo dependerá de la experiencia que vallas adquiriendo y de la evolución que experimente tu huerto.
- Para el abono, sin duda apostaremos por los abonos orgánicos, ser lo más ecológicos y reciclar debe ser un principio básico, además conseguiremos los mejores sabores y calidades de nuestros cultivos. Sustratos vegetales, compost, vermicompost todo natural, reciclable y reutilizable.
En este vídeo podrás encontrar la iniciativa que está llevando San Miguel, llena de consejos muy útiles para poder crear y cuidar de tu huerto:
Con estos principios básicos ya tienes más de un 50% hecho. El resto es experiencia y consultar. Yo aprovecho internet para informarme. Existen multitud de páginas web con gran cantidad de trucos que te permiten ir perfeccionando tu arte y dejar de ser un aficionado, como la de Ciudadano 0,0.
Así que ya sabes, cumplir tu sueño de tener tu propio huerto urbano y abrazar un modelo de vida más saludable y natural, no es cuestión de gastar mucho dinero o tener grandes conocimientos agronómicos, es más bien dejar rienda suelta a tu fantasía.