Revista Medio Ambiente

Caminando y vuelta – sin por-si-acasos

Por Valedeoro @valedeoro

Contenido de mi mochila del camino de SantiagoDeshecha la mochila, con la vida de la ciudad palpitante frente a mi ventana, me he vuelto a enganchar a la tecnología, aunque seguramente con menos intensidad que antes de la salida. Mi Camino ha sido un éxito, y sé que esto es solo el principio. Dicen que el Camino empieza a la vuelta, y sé que muchas lecciones las iré refinando a través de la distancia en el tiempo y la adaptabilidad a la vida “real”.

La ligereza de 5 kilos

El contenido de mi mochila fue perfecto, a pesar de que faltaron dos detalles. Utilicé todo lo que llevaba, con excepción de la linterna. Los tapones para los oídos me los regalo otro peregrino que se había llevado 10 pares. Por si acaso. El cortador de uñas lo compartió otra peregrina, así que la uña rota tampoco causó estragos.

Me sorprendí del número de “por-si-acasos” que pueden acabar en la mochila de un peregrino. Una señora se llevó un secador de pelo, porque “no puedo salir a la calle con el pelo así”. Un jóven me mostró su farmacia, la cual añadió fácilmente unos 1,5kg a su equipaje: crema para los pies, crema cicatrizante, curitas, aspirina, píldoras para purificar el agua, contra la rabia, la lluvia, el mal humor, las moratones y otras cosillas más. Otra chica llevó ropa para bailar, para ir al cine, por si viene un frente polar. Los 16 kg sobre su espalda no parecían muy divertidos.

¿Cómo reconocer a un por-si-acaso?

Lo que convierte el contenido de la mochila de un por-si-acaso en un objeto importante es la probabilidad de su uso. Lo mismo pasa con las cosas que te rodean en tu propia casa. Por el clima durante el Camino utilicé tanto mi chaqueta de fleece como mi capa de lluvia. Si no hubiese llovido, quizás las habría llevado “gratuitamente”. Sin embargo, hubieran sido elementos importantes de mi lista de viaje. La probabilidad de que llueva en Galicia es demasiado alta como para ignorarla.

¿Ahora qué pasa con las píldoras para purificar el agua de la farmacia del joven peregrino? ¿Tan grande es la probabilidad de quedarse sin agua potable en un trayecto tan organizado como el Camino de Santiago, en Europa? Las tiendas a lo largo del camino, aunque sean solo 2-3 por día, deberían bastarpara tener acceso a agua de calidad.

Resulta que de esta forma el secador de cabello de la señora sí tenía su razón para estar en el equipaje: lo utilizó todos los días. Cada uno tiene su propio sistema de prioridades y me parece admirable que ella se decidiera por esta solución en vez de obsesionarse el resto del camino con el que pensarán los otros de su pelo.

¿Cuán probable es el caso?

Añadiré esta pregunta a mi revisión regular de las cosas que tengo. Añadiendo la probabilidad de uso a las dos preguntas del uso (¿lo utilizas?) y del placer (¿te gusta utilizarlo?), puede añadir una matiz extra para decidir qué vale la pena mantener. El Camino ayuda a desapegarse todavía más de las cosas, la probabilidad evitará que me desapegue demasiado.

Y por si acaso, estoy segura de que mis vecinos tendrán los por-si-acasos necesarios.


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