¡Hola a todos! Tras meses de inactividad, vuelvo para contaros mis últimos pasos por aquí por Kenia. Y es que recientemente pude, por fin, participar en una campaña de la ONG de la que soy miembro (Visió Sense Fronteres). Es la primera vez que lo hago y era algo de lo que tenía ganas desde hacía tiempo, aunque por mi trabajo no dispongo de mucho tiempo libre para cosas así.
En este caso fue una pequeña revisión para examinar a algunos de los pacientes que primeramente fueron operados de cataratas, en febrero de 2018. Os pongo en situación…
El pasado febrero, una expedición de ópticos-optometristas y oftalmológos españoles, encabezada por Isabel Signes, presidenta de la ONG, vinieron a Kenia. Entre ellos estaba también el compañero César Albarrán, un gran profesional. La idea era hacer una gran campaña para operar, en 6 días, a más de 200 pacientes. La gran mayoría fueron operaciones de cataratas pero también hubo otras pequeñas intervenciones.
Visió Sense Fronteres suele intentar siempre venir a Kenia una vez por año y llevar a cabo campañas en diferentes condados cada vez. Esta vez tocaba “Maasailand” en concreto los condados de Kajiado y Narok.
*Por dar una breve explicación, en Kenia hay varias tribus y cada una de ellas pertenece a una región concreta del país en la cual es mayoritaria. En el caso de los masais son las tierras al sur del país, al sur de la capital Nairobi.
Durante seis días, con un trabajo que puedo imaginar que fue durísimo e intenso, operaron a ¡¡231 pacientes!! Con jornadas sin descanso que a veces se alargan hasta el anochecer. A ésta yo no pude acudir, pero un par de meses después Isabel me llamó y me explicó que a los operados de cataratas es necesario revisarlos 3 meses después de la operación para ver cómo iban y por si a alguien le quedaba alguna graduación residual que requiriera gafas, así que me pidió si yo podía hacer las revisiones.
Por supuesto dije que sí, aunque estaba totalmente “solo ante el peligro” pues no venía nadie desde España y no sabía muy bien como iba a ir la cosa. Suerte que estos dos años trabajando aquí me han dado una incalculable experiencia, tanto en optometría como en atender y tratar con pacientes locales y conocer sus costumbres, cultura, las diferentes tribus y algo de su idioma.
Ayudé en lo que pude en la organización, siguiendo las instrucciones de Isabel y con la ayuda de un miembro de una ONG local que ayuda a la nuestra en Kenia, con la logística, contactos, etc. Gracias a ésto pudimos concretar una fecha y lugar para Kajiado: el 22 de Mayo, en el Hospital de Kajiado, el mismo lugar donde se hicieron las operaciones.
A día de hoy, solo he hecho esta revisión en Kajiado, una región que está a una hora y poco en coche de Nairobi. En este post os explicaré cómo fue y os enseñaré algunas de las fotos que hicimos.
La revisión
Las semanas previas, los oftalmólogos del “Kajiado County Referral Hospital”, se encargaron de llamar y citar a los pacientes operados. De 89 solo confirmaron 32, y finalmente yo revisé a 23. El motivo de tan baja asistencia (lo cual esperábamos) es la dificultad que tienen muchos para venir al hospital. Todos los operados son pacientes sin recursos económicos y muchos venían de zonas remotas, seguramente a gran distancia del hospital, y dado el estado de las carreteras en Kenia, no es fácil hacer un viaje así.
Así las cosas, pudimos atender perfectamente a los que vinieron. He de destacar que no estuve solo, si no que tuve la ayuda, vital como explicaré luego, de un buen amigo mio masai con el que trabajé durante mi primer año en Kenia. Se llama Lemayian y era vendedor de una de las ópticas donde suelo trabajar. Lemayian se ofreció en todo momento a venir a ayudar, pues él es de Kajiado, de hecho vive bastante cerca del hospital, en Isinya. Se lo pedí por favor porque yo sabía que los pacientes eran en su mayoría gente mayor, sin estudios y de zonas remotas, por tanto muchos no hablarían inglés.
Con Lema
Y así fue, ¡el 80 % de los revisados no hablaba nada de inglés! así que si no llega a ser por ‘Lema’ no se que habría sido de mí, literalmente no podría haber hecho mucho, pues necesitaba saber como se sentían tras la operación, que quejas tenían, etc. Lema me hacía de intérprete en cada anamnesis, algo de incalculable valor clínico, y también me ayudo a tomar agudezas visuales y anotar mis prescripciones tras el examen, junto con los datos del paciente (teléfono, edad, etc…). Una vez terminábamos con cada paciente, él les explicaba a ellos o a sus acompañantes, en lengua masai, que los llamaríamos para entregarles las gafas, sólo a aquellos que notaban una mejoría significativa con ellas.
Midiendo agudeza visual
De todos los pacientes que revisamos, 5 mejoraban mucho en lejos con la prescripción, y prescribimos 9 gafas de lectura. Dado que la mayor parte eran mujeres de más de 80 años que no sabían leer y no usaban visión en cerca, no fue necesario en estos casos la entrega de gafas de cerca. Se entregaron también algunas gafas de sol para los que se quejaban de fotofobia.
Aunque no fueron muchos pacientes, no hubo descanso desde que empezamos y terminamos cansados, ya que ademas salimos de Nairobi a las 6.30. Eso sí, los dos bastante contentos de haber podido ayudar un poco a ver mejor a gente que no se puede permitir ni siquiera una gafa de cerca. Para mi amigo fue además una buena oportunidad de servir a sus vecinos y hacer algo útil por su comunidad.
En lo optométrico, me llevé un autorefractometro que tenemos en Nairobi, y que es muy útil en operados de cataratas, especialmente por la queratometría, y un pequeño optotipo con una gafa de prueba y caja de lentes que me dejó mi empresa. Recopilé todos los datos que necesitaba en papel y luego los pasé a un excel para determinar quién necesitaba gafas y quién no. Tras seleccionar algunas monturas que la ONG trajo en visitas anteriores, las mandé a mi jefe que nos cedió las lentes gratis y las montó. Una vez montadas, Lema las recogió en Nairobi, las llevó al hospital y llamó a cada paciente para que pasaran a recogerlas allí.
Autorefractómetro
La verdad es que es una buena experiencia, usar tus conocimientos para ayudar, aunque tengas la sensación de que haces poco, quizá para ellos es un mundo. Por lo general, los pacientes fueron muy agradecidos conmigo aunque también notas la frustración de alguno de ellos pues aun tras la operación las agudezas visuales no eran muy altas y es gente mayor con varios problemas de salud aparte de lo visual.
Sin duda, repetiré en cuanto tenga oportunidad.
Si queréis venir a participar en alguna campaña o tenéis alguna pregunta no dudéis en poneros en contacto conmigo, o si estáis pensando en venir a Kenia os dejo una web que tenemos mi compañero de trabajo y yo sobre el país, con mucha información útil: www.karibukenia.es
¡Saludos!