La semana pasada hablábamos de signos de cáncer en perros y gatos, no abordamos dietas, recetas, alimentos naturales (croqueta, piensos comerciales…), remedios… porque queríamos centrarnos más que en la cura en la prevención o detección temprana de signos que pudiesen estar relacionados con cáncer.
Ahora tocamos los otros cinco, y últimos, signos de cáncer en nuestros perros o gatos.
Cojeras persistentes
Muchos cánceres de huesos, músculos o nervios comienzan con leves cojeras de una aparente insignificancia, pues detrás de ellas algunas veces se esconden neoplasias malignas.
Dificultad para comer o tragar
Lo mencionamos en el primero de los post, muchos de estos pacientes aparentemente pierden el apetito, no es que lo hayan perdido sino que hay alguna inflamación de ganglios, nódulos, músculos, estructuras óseas… que complica la deglución de líquidos o sólidos. Muchos de estos pacientes se quedan viendo el agua pero no hacen más. Sin delación acudir al veterinario.
Sangrados o descargas sin razón aparente
Es común ver secreciones anormales en este tipo de pacientes, ya sea a nivel prepucio (machos), vagina (hembras), epistaxis (sangrados nasales) o sialorrea (salivación excesiva y sin aparente razón) pero no sólo este tipo de descargas, podemos también ver diarrea con sangre (melena), vómitos constantes…
Pérdida de peso
Es muy pero muy común ver que estos pacientes comen lo de costumbre, su actividad diaria es la misma, son relativamente jóvenes y a pesar de eso ¡pierden peso! Los médicos cuando vemos estas coincidencias pedimos pruebas de laboratorio, si hay anomalías en el hemograma (células de la sangre) se eleva el calcio… ¡uy! Mal síntoma y cada vez sospechamos más de algún proceso neoplásico por ahí escondido.
Inflamaciones inusuales que no ceden
Yo siempre recomiendo el acariciar mucho a nuestras mascotas. La razón más importante es el vínculo que logramos con ellas, el poder sanador del masaje tanto para nuestros queridos amigos como para nosotros, porque al acariciar (incluyendo el hacerlo a contrapelo) estimulamos la irrigación sanguínea a nivel de epidermis con lo que mejora su pelaje.
Otra razón muy importante y con la cual se descubren muchas “bolas”, como dicen los dueños cuando las descubren, es detectar dichas masas que no desaparecen. Quizá se sugiera una biopsia. Puede ser desde un simple lipoma (acumulo de grasa) hasta una masa tumoral maligna. No dejes de acariciar a tu mascota, por bien tuyo y de ella.
Repasa bien todos estos signos, tanto los vistos en la primera parte: Cáncer. 10 signos en tu mascota que te pueden prevenir (I) como en la segunda
Saludos
Carlos Alberto Gutiérrez Médico Veterinario Col.5950 Experto en Nutrición Canina Comparte