Un libro que expone la historia de una mujer anónima, capaz de llegar a ser una persona excepcional, quizás la mejor mujer que hayas conocido, pero se pierde entre la gente, desapercibida mientras continúa el curso de la vida. Candela es una excelente opción como lectura para entretenerse, en la cual el autor desde una óptica masculina nos narra el mundo interior de una mujer.
Una lectura fácil, ágil y amena. Este libro está conformado por un conjunto de personajes muy reales, con los que podemos identificarnos fácilmente. Un toque de humor que resalta, al igual que los diálogos entre la protagonista y su madre, los cuales no permite la indiferencia.
No te centres en los premios que haya recibido o no esta novela. Al final el autor nos propone, una descripción sobre cómo es capaz de evolucionar una persona de forma positiva, cuando lo determina y toma la decisión de cambiar su rumbo. Todos los seres humanos acumulamos victorias y derrotas, bendiciones y desgracias, pero no todos son capaces de cultivarlos para luego, inyectar dosis de autoestima que consigan cambiar nuestro presente, una vez seamos consciente de querer hacerlo.
«Tengo estrías, celulitis y una perra fea que se llama Chelo. Al principio era bonita, pero cuando creció se le ensanchó el culo. ¿Lo mismo que me pasó a mí, salvando las distancias?».
Candela es una mujer de cuarenta y pocos años con una vida normal, acostumbrada a la soledad, enormemente observadora y con un ácido sentido del humor. Sus días transcurren sin grandes sobresaltos mientras trabaja de camarera en el bar que regenta junto a su abuela y a su madre tuerta. Un bar de barrio por el que, a través de sus clientes, pasa la vida entera. Candela deberá alumbrar cualquier penumbra, incluso esa que vuelve desde el pasado que creía olvidado.
Juan del Val construye, con una veracidad descarnada y un sentido del humor en ocasiones desternillante, el retrato de una mujer única.