Capitán Marvel #1

Marvel está decidida a que exista un Capitán Marvel en la Tierra-616. Después de  ”casi” regresar de entre los muertos en Invasión Secreta, parece que la Casa de las Ideas decide que ahora es el momento de que regrese. Pero no el kree Mar-Vell, si no uno de esos secundarios que fluye entre las cancelaciones de series y el protagonismo en la franquicia vengativa. Nos referimos a Carol Danvers, que cambiará su Ms. por Capitán, algo nada extraño dada su íntima relación con el personaje que llevó el manto del Capitán Marvel y, sobre todo, por la evolución constante del personaje dentro del Universo Marvelita, que la ha llevado desde problemas con el alcohol hasta una pérdida de su memoria, pasando por convertirse en un personaje de poder cósmico. Por todo ello, y sobre todo porque parecía la evolución natural, Danvers se decide a llevar el nombre del Capitán Marvel.

Kelly Sue DeConnick como guionista y Dexter Soy al dibujo, serán los encargados de definir no solo el legado del Capitán, si no la transformación de Carol Danvers en un personaje con mas peso dentro del Universo Marvel. 

DeConnick, que define a Danvers como una mezcla de Chuck Yeager y Shawn White (primer piloto que superó la barrera del sonido y el segundo una figura mundial de snowboard y skater), es decir una aventurera y siempre buscando emociones fuertes, pero también con el punto heróico y esa idea del servicio a algo superior, muy al estilo militar, algo que no choca con lo que conocemos del personaje. Como vemos en el primer número, DeConnick quiere incidir en ese espíritu aventurero pero que le impide también evolucionar de alguna forma, así que tomar el legado y nombre del Capitán Marvel le parece una responsabilidad a la que, si bien está preparada, no parece querer enfrentarse. Mas o menos esa es la idea central de este primer número, por qué elegir ser el nuevo Capitán Marvel.

La bella factura del dibujo de Dexter Soy nos hará deleitarnos a cada página. Mas allá del cambio de look del personaje, personalmente me parece una evolución superflua y casi sin gusto, Soy consigue que entremos en la historia a través de la bella factura de sus lápices. Quizás abusa del efecto brillo en muchas viñetas, pero se le puede perdonar.

Tras este primer número, que se puede considerar mas bien un prólogo de la serie, podemos decir que el legado del Capitán Marvel está garantizado.