13 de Noviembre del 2012 | etiquetas: Cápsulas
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Dicen que a Antonioni no le alarmaba el decadente estado de las cosas, a Antonioni le fascinaba, haciendo de su discurso una constante dualidad entre, según se prefiera, militancia temática y frivolidad estetica o fuerza visual y contenido más bien esdrújulo. En esta quinta entrega de las Cápsulas de Cine, un acercamiento a "El Desierto Rojo" (1964) protagonizada por Monica Vitti y Carlo Chionetti y escrita a dos manos por Tonino Guerra y el propio Antonioni.
Sobre “El Desierto Rojo” (Michelangelo Antonioni, 1964)
Entiéndase con el ojo que, al igual que contextos como la ciencia ficción parecen mimetizarse con el cine como si uno no fuese en su totalidad sin lo otro, también encontramos que temáticas como la relación entre el individuo y la sociedad, si bien expuesta y superpuesta en canciones, poemas y novelas, parece explotar en toda su inmensidad visual cuando el cine, sin dejar de ser cine, se permite ciertas clausulas propias de la más alta filosofía o el más intimo de los diarios.
En la Italia de principios de los ´60 dicha relación entre el individuo y la sociedad fue materia prima para un folklor cinematográfico bien definido, atrayendo la atención de cineastas como Pasolini, Vittorio de Sica, Risi y, por supuesto, Antonioni.
Política, naturalmente, cuestión de clase e individualismo, ¿Cómo resumir el desencanto en apenas unos pocos movimientos, con apenas tres o cuatro frases? La sugestión de Antonioni en dosis controladas no solo evita ese empacho que tanto se parece al cine de culto, sino que además condensa con la misma militancia lo que de poesía tiene nuestra inundada realidad, y lo que de sí puede dar el cine cuando sólo es cuestión de dejar un momento lo que estamos haciendo y mirar a nuestro alrededor.