07 de Noviembre del 2012 | etiquetas: Cápsulas, Ariel Fernández Verba
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Cuarta entrega de las Cápsulas de cine. En esta ocasión un acercamiento a "Una mujer bajo la influencia" de John Cassavetes, película que trata sobre la familia pero no atenta contra ella, que trata la locura, pero no se queda en lo ornamental, "Una mujer..." radica en ese espacio liminal donde nada es lo que era pero tampoco se puede intuir como será, de ahí la duda que todo lo corroe y hace tambalear las estructuras que sostienen los limites de la palabra, del gesto y, como no, del cine.
Sobre “Una mujer bajo la influencia” (John Cassavetes, 1974)
El momento más cruel de una pérdida es precisamente aquel en que no eres consciente de la perdición, y es sólo bajo este pretexto cuando eso de la locura se nos hace imposible.
Todos podríamos dar los tres o cuatros rasgos distintivos del loco pero ¿podríamos dar las características propias del cuerdo?
Si tardas demasiado en vocalizar algún adjetivo eres bienvenido al club. Lo peor ha pasado.
En “Una mujer bajo la influencia” asistimos a una de las aproximaciones más certeras y humildes de la locura, aquella donde son los demás quienes se revelan perdidos en su propia cordura, y no lo saben.
El detonante, una Gena Rowlands entregada al gesto, en constante confrontación con los códigos ajenos, con la ansiedad propia de una edad que no acaba de llegar, de una vuelta a esa época donde la pérdida fue imposible porque aún no empezamos a andar, el tiempo del juego y del recreo.
¿Ahora entiendes su alegría? No, tranquilo, tu no corras, ella solo quería saber cuando llegaban sus hijos, ella solo esperaba reencontrarse con ellos, que es lo único que necesita para volver a reafirmarse en la certeza de que el momento más cruel no es ella y tampoco son sus hijos, el momento más cruel de la perdida son todos los demás.