Revista Cultura y Ocio

Carmen. Prosper Mérimée

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Carmen. Prosper Mérimée

    He puesto esta edición porque me gustan las ilustraciones de Lacombe, pero hay mil en el mercado. Hoy traigo a mi estantería virtual, Carmen.

     Conocemos a José Navarro, soldado ejemplar hasta que conoce a la gitana Carmen, una cigarrera que acaba empujando al pobre José hacia una vida mucho más peligrosa. El amor y la pasión que esta mujer le despiertan lo arrastrará a una vida como desertor, bandolero y asesino.

     La trama hoy en día tiene poco misterio. Así que busquemos el origen de la novela. La visión de España que se tiene en el extranjero nunca ha sido fiel a la realidad (exactamente igual que sucede con la que tenemos nosotros de otros países, claro) y en 1847 veía la luz Carmen para dar una buena muestra de ello. España basada en una Andalucía primitiva iba a ser el gran eje de una novela que no tardó en popularizarse y llegar más allá del cine, a la ópera. Leerlo hoy con la visión contemporánea no deja de ser un ejercicio divertido en el que el lector se encuentra baños en el Guadalquivir tras el toque de un ángelus desnortado o castañuelas improvisadas al toque de cascos rotos. Viviremos los sentimientos de Carmen, que aquí no son hacia un torero, no es tan interesada o sí pero de otra manera y asistiremos al final que de algún modo nos lleva a ser leído con los ojos del pasado. Es importante esta puntualización porque donde ahora se dibuja a Carmen antes se escribía sobre otra y para mi queda muy claro que es un final atroz, no ya como parte de la novela, si no como parte de vida. No cabe duda que Carmen se ha suavizado con los años, y mucho. 

     Tengo la curiosidad y podría ponerme a ello, de saber si las distintas adaptaciones han suavizado también la novela en sus últimas versiones del mercado, pero espero que no sea así. Este tipo de novelas que son escritas hace tiempo, dejan patente también los cambios sociales que muchas veces vemos en las novelas al compararlas con la vida. Y es que Carmen, aunque creamos conocerla, es una bruja que no duda en hacer lo que sea necesario para sobrevivir y mejorar, aunque por el camino tenga que llevarse por delante al pobre José y convertirlo en un hombre de mal vivir.

     Pero más allá de todo esto me han gustado sus descripciones, me ha estremecido el final por su crudeza y me ha llamado la atención la forma contemporánea que tiene en muchos momentos de expresarse el autor.

     Carmen es una gran historia, un mito, varias películas, una ópera. Pero antes de todo ello es una novela. Y me ha gustado.

     Muchas veces sucede que con este tipo de títulos tantas veces visto, uno tiene la sensación de haberlo leído antes de abrirlo, nos suena demasiado. ¿O solo me pasa a mi?

     Gracias.


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