Ahora estoy en los peores momentos del curso: preparación de exámenes, correcciones, selectividad... Para mi los años no comienzan el primero de enero, sino a principios de septiembre.
Justo con la llegada del calorcito y el anticipo del verano sacamos las fuerzas de la flaqueza, aunque ya no nos quede fuelle, para hacer recuento, evaluar y ver los objetivos conseguidos y los que nos quedan por cumplir.
Me queda poco tiempo para los fogones (aunque tengo muchas recetas y recorridos gastronómicos en lista de espera) pero quiero empezar junio con esta receta fresquita que se prepara en un plis y se degusta aún más rápido. ¡Feliz fin de curso a los estudiantes, a los profesores y a los padres!
Para 4 personas:
- 300 g de champiñones frescos
- 1 bloc pequeño de foie (sobrará)
- 1 puñado de arándanos frescos
- ensalada de brotes variada
- zumo de limón
- semillas de sésamo
- crema de vinagre de Módena (yo utilicé a la frambuesa)
- aceite de oliva virgen extra (AOVE)
- sal Maldon o sal gorda
Se lavan los champiñones, se secan y se cortan en láminas muy finas con una mandolina o con un cuchillo afilado. Se agrega zumo de limón para que no se oxiden.
Se disponen en un plato formando un círculo y sin montarse unas láminas sobre otras. Se añade un puñado de ensalada verde lavada y troceada o rúcola.
Se cortan unas lascas o láminas de foie y se incorporan a la ensalada. Se espolvorean los arándanos, el sésamo y la sal en escamas.
Se aliña con crema de vinagre de Módena (o vinagre normal si no tenéis de Módena) y un chorro de aceite de oliva y se sirve de inmediato.