Revista Cine

Carta Abierta de José Luis Cienfuegos

Publicado el 12 enero 2012 por Fimin

Llegó para tomar las riendas del FicXixón en 1995, lo que se encontró fue un festival a la deriva que no era capaz de aglutinar más de 10.000 espectadores por edición. Hoy, 16 años y medio después, las suelta tras ser cesado de su cargo. ¿Razones? No será por haber logrado sobrepasar los 75.000 espectadores en su último año, tampoco por haber gastado menos de lo establecido y haber ganado más de lo esperado logrando ño tras año una mejora de los números ni por convertir el festival en un referente del cine independiente a nivel internacional y menos aún por llegar a ser reconocido como el Sundance español. ¿Quizá por haber conseguido que toda una ciudad  (y un país) se vuelque con el festival logrando, incluso, que los niños puedan descubrir (y disfrutar) ese 'otro cine' que les ha 'enseñado' Enfants Terribles? Tampoco creo que sea el caso. Un despedida incomprensible, forzada, de una figura cinematográfica clave en nuestro país a la que desde filmin le brindamos su merecido homenaje recordando algunas de las mejores películas que por allí han pasado y sobre todo, llevando a vuestros ojos el único comunicado publico que saldrá de su puño y letra. Escribe José Luis Cienfuegos.

Ante mi cese por parte del Ayuntamiento de Gijón como director del Festival Internacional de Cine de Gijón, y con el solo deseo de corresponder al legítimo interés mostrado por los medios de comunicación regionales y nacionales por conocer mi opinión sobre mi destitución, hago la siguiente declaración, que es la única que debe considerarse como expresada públicamente.

1 Balance de cuentas y cifras de espectadores de la 49 edición del FICXixón.

Cumplida la 49 edición y prácticamente cerrado el presupuesto, son las fechas en las que tradicionalmente comparecemos ante los medios de comunicación para ofrecer el balance económico e informe completo de asistencias del pasado certamen celebrado a finales de noviembre de 2011. Una vez más, tengo la satisfacción profesional y personal de comunicar, en nombre de todo mi competente equipo, unos resultados indiscutiblemente favorables, y que se pueden resumir así:

- En el capítulo económico, el balance es elocuente: más ingresos de los previstos, menos gastos.

- En el capítulo de la repercusión social, el único indicador objetivo que puedo ofrecer es el referido a la asistencia de espectadores a las salas. Un año más, hemos repetido la línea ascendente de número de espectadores, con incremento de un 10% respecto a la edición del año 2010. En números, este crecimiento se traduce en más de 75.000 espectadores, de los cuales más de 55.000 se contabilizaron en cines. Puesto que estas cifras coinciden con el final de mi trayectoria en el FICXixón, debe saberse que cuando accedí a la dirección del certamen en 1995, el número de espectadores apenas superaba los 10.000.

2. Balance de la dirección del Festival Internacional de Cine de Gijón de 1995 a 2011

El Festival Internacional de Cine de Gijón, tal como se le conoce hoy nacional e internacionalmente, gracias al intenso trabajo de las personas que a lo largo de estos años tuve el privilegio de dirigir, no siempre “estuvo ahí”. Esto quiero que quede muy claro, pues es mi reivindicación y reconocimiento personal y público del esfuerzo y dedicación profesional de mi equipo y de todas las personas que lo integraron.

Tras unos comienzos de mucho esfuerzo, disgustos y enfrentamientos, que siempre rehuimos, conseguimos construir un Festival con un prestigio reconocido en los circuitos de certámenes cinematográficos nacionales e internacionales. La línea de programación por la que arriesgadamente apostamos suponía, en el fondo y en la forma, un modelo inédito de Festival en nuestro país.

Hemos procurado a lo largo de estos años, por principio, estar atentos y reflejar las últimas tendencias de cada momento, pero siempre con el convencimiento de que nuestros espectadores sabrían entender el juego que supone participar y sumergirse cada año en un festival de cine; juego que conlleva la regla no escrita según la cual un Festival de Cine, como cualquier evento cultural, no puede replicarse clónicamente año tras año hasta el hastío y la extenuación. En ocasiones hemos fallado. Pero creo que la mayoría de las veces, hemos acertado casi, diría con sano orgullo, “estrepitosamente”.

Hemos intentado con escrúpulo actuar libres de prejuicios y siempre indiferentes a los ídolos de la tribu. En este aspecto, creemos que hemos contribuido humildemente a “foguear” la crítica cinematográfica especializada nacional, pues siempre hemos estado dispuestos a asumir el pequeño riesgo de acoger los inicios de críticos jóvenes en los que veíamos, sin más criterio que nuestra intuición, talento y futuro. Muchos de ellos, posteriormente se han revelado como grandes críticos de las revistas de cine más importantes. Nuestra modesta aportación en este contexto, ligado a la difusión de la cultura cinematográfica, supone un orgullo especial.

Hemos contribuido a la difusión de la cultura cinematográfica en la sociedad, con proyectos tan estimulantes como valiosos. Quiero recordar especialmente la maravillosa e importante aventura de los Nuevos Cines, emprendida con nuestros cómplices de las diferentes filmotecas españolas, ese Universo Media, modelo y espejo de curso de Extensión donde se fijaron universidades de toda España o la sección Enfants Terribles donde gracias a la implicación de buena parte de la comunidad educativa asturiana abrimos los ojos a decenas de miles de jóvenes que de pronto descubrieron que había otros tipos de cine. Las numerosas publicaciones y libros a los que dieron lugar estas apuestas son un testigo permanente de nuestro inequívoco compromiso con la transmisión a la sociedad de la cultura del cine.

Sólo me resta ya, pues nada más deseo añadir que sea verdaderamente importante o interese públicamente, manifestar mi agradecimiento inmenso y, desde luego, incomunicable a mi equipo, un equipo cohesionado, solidario y generoso en el trabajo, en suma, un grupo de personas entusiastas del cine y la difusión de la cultura. Todos juntos construimos un festival ambicioso desde el punto de vista artístico, pero alejado de imposturas y solemnidades, siempre cercano y abierto, desprendido de incómodas etiquetas que se nos atribuyeron sin quererlo ni buscarlo, un lastre que dejamos atrás para que finalmente se viera el Festival que deseábamos, un festival accesible , participativo, exigente y, según dicen los medios especializados, riguroso.

Pero deseo expresar también, y en no menor grado, mi agradecimiento a las diferentes corporaciones e instituciones públicas y privadas que confiaron en nosotros, a los hosteleros de la ciudad, siempre dispuestos a ayudar al Festival, y a los medios de comunicación que tuvieron la paciencia de entender y esperar una apuesta en principio tan arriesgada.

Dejo para el final quizá mi gratitud más especial para el público de Gijón, de Asturias y para los numerosos fieles que, año tra años, se acercaron de diferentes ciudades y comunidades de toda España para disfrutar de nuestro certamen. Y gracias, ante todo, a la ciudad de Gijón. Gracias por vuestro apoyo, pero sobre todo gracias por el cariño. Gracias.

José Luis Cienfuegos


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