Año: 1942
Director: Michael Curtiz
Reparto:
Humphrey Bogart: Rick Blane
Ingrid Bergman: Ilsa Lund
Paul Henreid: Victor Laszlo
Claude Rains: Capitán Louis Renault
Conrad Veidt: Mayor HeinrishStrasser.
Considerada por muchos como una de las mejores películas de todos los tiempos, a pesar de su guion un poco soso; una línea argumental poco creíble; una historia de amor lacrimógena, casi cursi, y unos personajes absolutamente corrompidos: el capitán francés que juega aunque es ilegal, el dueño del club que deja jugar y controla quién gana, el ambiente del club donde todos se compra y se vende al mejor postor…
Casablanca es, sin duda, una película donde los giros argumentales han logrado convertirla en un clásico, ya que se suceden vertiginosamente.
Cuando parece que no va a pasar nada más, sucede algo inesperado. No en vano, el guion se cambiaba cada día, se tardó un tiempo excesivamente largo y una suma de dinero que no paraba de crecer en una película que no se lograba terminar. Los actores llegaban y ni siquiera ellos sabían lo que iban a hacer ese día. Sin ninguna duda, Humphrey Bogart, el cínico Bogart, se convierte en el dueño absoluto de la película. Sólo él podía ser Rick, sólo él podía manejar la situación, resolver el problema y salir indemne del asunto. Sólo Humphrey Bogart podía dejar a la chica después de que ella le dejara tirado como una colilla y además quedar como un auténtico caballero.
Me ha sido muy complicado quedarme con una sola escena de la película, pero al final me he decidido por la secuencia más emocionante de todas, al menos para mí. Imposible no emocionarse cuando, frente a un grupo de oficiales de la Gestapo cantando el himno nazi en el “Café de Rick”, Laszlo y el resto de clientes franceses se ponen en pie y comienzan a cantar “La Marsellesa”, hasta conseguir que la voz de los alemanes quede reducida a un susurro. Nunca pensé que oír el himno francés me produciría tanta emoción, pero os tengo que reconocer que se me hizo un nudo en el estómago y se me saltó una lagrimita.
La cinta cuenta con un guión que mezcla a la perfección el suspense, el amor y el humor. El director Michael Curtiz no pierde el pulso ni por un segundo de una historia en la que la química de los protagonistas arrasa con todo. En más de cien años de cine, se puede decir que nadie ha mirado con la pasión que Ingrid Bergman demuestra cada vez que sus ojos se cruzan con los de ese tipo tan duro como vulnerable, llamado Humphrey Bogart.
La entrada de la Bergman en el “Café de Rick” vestida de blanco, con ese precioso broche de brillantes y unos destellantes pendientes a juego que la hacen brillar aún más si cabe es estelar, glamurosa y elegante… simplemente perfecta.
Inolvidable también el papel de Claude Rains como el ambiguo y cínico inspector de la policía Louis Renault.
Una película perfecta para compartir en una tranquila tarde de domingo, y si es en compañía… mejor que mejor.
Premios:
Oscars (1942): Mejor director, mejor película, mejor guión.
Nominaciones: Mejor actor (Bogart), mejor actor secundario (Claude Rains), mejor fotografía, mejor montaje, mejor banda sonora.
Nominada al mejor DVD clásico en 2003 (edición 60 aniversario) por los DVDX Exclusive Awards.
Premio Sierra al mejor DVD de 2008 de Las Vegas Film Critics Society Awards.
Premio a la mejor película de 1943 del National Board of Review.
Premio a la mejor película en 1989 del National Film Preservation Board.
Curiosidades:
- En los 80, se envió el guión de la película a ciertos estudios y productoras bajo su primer nombre, “Everybody comes to Rick´s” (Todo el mundo va a Rick´s). Algunos la reconocieron, pero la mayoría no. Muchos alegaron que el guión “no era lo bastante bueno para hacer una película decente”, que “estaba obsoleta”, con “demasiado diálogo” y “con poco sexo”.
- Muchos de los actores que hicieron de nazis, eran en realidad judíos alemanes huidos del nazismo. A destacar el actor Conrad Veidt que, aunque no era judío, sí era alemán y lucho contra los nazis hasta que tuvo que huir de Alemania por sus actividades en contra del régimen (las SS enviaron un escuadrón para matarle).
- Para maximizar las ventas en el extranjero, todos los personajes desagradables o “malos” pertenecían a países enemigos. Tal es el caso de “Ferrari” y “Ugarte” que eran italianos.
- La escena del aeropuerto es falsa. Al estar en tiempos de guerra, por motivos de seguridad, los aeropuertos debían permanecer cerrados por la noche. El avión es una maqueta con enanos a su alrededor, para dar sensación de realismo.
- Debido a los celos enfermizos de la mujer de Bogart, éste e Ingrid Bergman apenas se hablaron durante el rodaje, a pesar la evidente química existente entre ellos. Ambos estaban a disgusto con la película, pensando que era absurda y con diálogos ridículos. Preguntados más tarde, ambos reconocieron que les hubiera gustado que el final fuera distinto. “Habría estado mejor que nos hubiéramos unido a la resistencia” -comentaría Bogart-.
- No existían salvoconductos en la Francia de Vichy. Es un invento de los guionistas.
- En la escena en la que cantan “La Marsellesa”, las lágrimas de algunos actores son reales.
- Nunca se revela porqué Rick no puede volver a Estados Unidos. Los guionistas buscaron motivos, pero al final decidieron dejarlo.
- Paul Henreid no quería hacer el papel de Victor Laszlo. Pensaba que hacer de secundario arruinaría su carrera de actor de películas románticas.
- Dooley Wilson (Sam, el pianista) no sabía tocar el piano, era batería profesional. La canción, grabada en directo, la toca un pianista detrás de una cortina, mientras Dooley imitaba los movimientos.
- En muchas escenas en las que Bogart siempre está más alto que Bergman, el primero está realmente subido en un escalón o llevaba alzas en los zapatos. Otras veces Ingrid Bergman está un poco agachada. Bogart medía 1,74. Bergman un centímetro más.
- La escena de la estación de tren de París está “copiada” de “La extraña pasajera”.
- El café “Rick´s” fue la única construcción exclusiva para la película. Debido a restricciones por la guerra, el resto de decorados se cogieron del almacén.
- Para prepararse para trabajar con Bogart, Bergman vio “El halcón maltés” varias veces.
- Fue nombrada la mejor película de todos los tiempos por The American Writers Guild en 2009, y en 2007 The American Film Institute la colocó en el tercer puesto, el mismo que también pone Entertainment Weekly.
- A pesar de la extraordinaria química existente entre los dos protagonistas, nunca volvieron a actuar juntos.
- Durante el rodaje, un día llamaron a Bogart. Se metió en el Rick´s Café y le dijeron: “Ponte ahí y asiente”. No tenía ni idea de para qué tenía que hacer eso. Más tarde, en la película, aparece esta escena cuando da permiso a la banda para que toquen “La Marsellesa”.
- A pesar de lo que se cuenta, jamás se pensó en otro actor que no fuera Bogart para hacer el papel de Rick (Ronald Reagan, decían).
- En el primer guión de Casablanca (titulado “Everybody comes toRick´s”), Ilsa no era una mujer “virtuosa”. Vivía ya casada con un hombre de negocios norteamericano. Era Rick el que la abandonaba y después encuentra. Y cuando ella y Victor llegan a Casablanca ella tampoco está casada con él.
- El piano de Sam se subastó por más de 600.000 dólares en una subasta en Nueva York en diciembre de 2012.
- La canción “As time goesby” (El tiempo pasa) no optó al premio Oscar porque estaba escrita hacia años.
- Cuando el Capitán Renault tira la botella de agua de Vichy a la basura, está haciendo un acto simbólico contra la Francia controlada por los Alemanes de Vichy.
Escenas Memorables:
Trailer Oficial:
IMÁGENES:
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