Revista Europa

Casas de piedra y mucho encanto en los Cotswolds

Por Alba Alba Jiménez Romero @fromSpaintoUK

Con motivo de aprovechar al máximo el último fin de semana largo del año, puesto que ya no hay más festivos hasta Navidad, decidimos pasar el pasado Bank Holiday visitando la encantadora zona del sudoeste de Inglaterra conocida como los Cotswolds.

Famosos por sus suaves colinas y sus pintorescos pueblecitos con antiguas casas de piedra de color miel, los Cotswolds están considerados como la zona de “Outstanding Natural Beauty” más grande del país, extendiéndose desde la población de Broadway, en la zona norte, hasta la preciosa ciudad romana de Bath, en la parte sur, incluyendo lugares tan famosos como la ciudad universitaria de Oxford, o el pueblo natal de Shakespeare, Stratford-upon-Avon.

Stratford-upon-Avon
Stratford-upon-Avon

Nuestra visita a los Cotswolds

Puesto que ya conocíamos algunas de las principales ciudades de los Cotswolds, y teniendo sólo un fin de semana que, debido al mal tiempo (típico en el Bank Holiday de finales de agosto…) tuvimos que acortar, decidimos centrarnos en visitar algunos de los pueblos más carismáticos de la zona, como Cirencester, en la parte central y considerada como la capital romana de los Cotswolds, y, en la zona norte, los pueblos de Stratford-upon-Avon, las antiguas ciudades-mercado de Stow-on-the-Wold y Chipping Campden, y Bourton-on-the-Water, considerada como la Little Venice de esta zona de Inglaterra.

Bourton-on-the-Water
Bourton-on-the-Water

Noche en Cirencester

Para este finde largo, ya que teníamos planes de visitar varios de los pueblecitos que forman los Cotswolds, decidimos alquilar un coche, saliendo de Londres el viernes tras terminar la jornada laboral. A pesar de que salimos pronto para evitar el tráfico, desafortunadamente tras un accidente en la M4 se formó una importante caravana, haciendo que llegáramos a Cirencester, la población donde teníamos nuestro hotel, más de una hora después de lo planeado.

Al llegar ya era de noche y casi todo estaba cerrado, así que nos acercamos a un precioso gastro-pub con paredes de piedra blanca y vigas de madera, situado muy cerca del hotel, donde cenamos estupendamente: sirloin steak para Jesús y rump of lamb with new potatoes para mí…¡yum!

Cabe destacar que los Cotswolds son famosos nos sólo por su belleza sino también por su comida, donde destaca la calidad de sus pubs.

Stratford-upon-Avon y Chipping Campden

A la mañana siguiente y tras un buen desayuno, cogimos el coche hasta la zona norte de los Cotswolds con destino a Straford-upon-Avon, la ciudad natal de Shakespeare donde pasamos la mañana y de la que os hablaremos en más detalle en otro artículo del blog, ya que se merece un post completo

:)

Tras dejar Stratford, condujimos hasta la ciudad-mercado de Chipping Campden, uno de los pueblos  más bonitos y característicos de los Cotswolds. Siendo uno de los mercados de lana más importantes de toda Europa en la época medieval, y con su Market Hall del siglo XVII todavía en pie, el pueblo está considerado una obra maestra de la piedra caliza y de la artesanía. Nosotros estábamos especialmente interesados en ver algunas de sus impresionantes cottages con tejados de paja.

Mencionar que aquí también comimos estupendamente en uno de los pubs de la dorada High Street the Chipping Campden.

Chipping Campden
Chipping Campden

Stow-on-the-Wold y Bourton-on-the-Water

Con la amenaza de lluvia para el día siguiente cada vez más presente, decidimos compactar nuestra visita y visitar en la tarde del sábado las localidades de Stow-on-the-Wold y Bourton-on-the-Water, en vez de dejarlas para el día siguiente.

De una ciudad-mercado, Chipping Campden, a otra, Stow-on the-Wold, uno de los pueblos más populares de los Cotswolds, famoso por tratarse de una importante zona de compras de la zona, especialmente en cuanto a tiendas de artesanía y antigüedades se refiere. En cuanto aparcamos el coche, justo en mitad de su antigua Market Square, testigo de su glorioso pasado como mercado en la época medieval, dedicamos nuestro tiempo en Stow a recorrer las callecitas principales del pueblo, paseando relajadamente y yendo de tiendecita en tiendecita por el que es el pueblo más alto de los Cotswolds.

Stow-on-the-Wold
Stow-on-the-Wold

Tras Stow, condujimos brevemente hasta Bourton-on-the-Water. Al llegar y aparcar junto a un maze muy popular entre los más pequeños, empezamos a recorrer las calles de Bourton sorprendidos por la cantidad de personas (especialmente familias) que se encontraban visitando la ciudad, que es uno de los puntos turísticos más populares de los Cotswolds, con numerosas tiendas, restaurantes y cafés (y heladerías, muchas heladerías).

A mí, personalmente, me encantó. El río Windrush atraviesa y divide Bourton, y pasear por sus calles con el río a un lado y con esas impresionantes casas de piedra color miel tan características de los Cotswolds al otro, no deja a nadie indiferente. Mucho turista, sí, pero con razón.

Bourton-on-the-Water
Bourton-on-the-Water

Vuelta a Londres

Como ya anticipaban las nubes del día anterior, el domingo se despertó con lluvia, por lo que nuestra idea de compactar la visita en el sábado había sido buena. De este modo, tras un desayuno aún mejor que el del día anterior (Full English para Jesús y unos deliciosos Egg Royale para mí) decidimos coger el coche y tirar ya de vuelta para Londres, haciendo parada en la ciudad de Swindon para ver su famosa Magic Roundabout (sí, somos así de frikis, jeje) de la que podéis ver un vídeo en nuestro canal de YouTube.

En fin, dada la manera en que describimos nuestro fin de semana, queda claro que de bien seguro volveremos a los Cotswolds, a visitar algunas de las ciudades que nos han quedado pendientes, como Warwick o Blenheim Palace, la ciudad natal de Winston Churchill, entre otras.


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