Revista Cultura y Ocio

Casticismo, religión y etnicismo

Publicado el 08 marzo 2015 por Diego Diego F Ospina @DiegO_OzpY

No es otra cosa lo que comúnmente refutamos por virtudes, que un conjunto de acciones y de intereses diversos que aciertan a ordenar nuestra industria o nuestra fortuna. Así pues no siempre son el valor y la castidad lo que hace valientes a los hombres, y castas a las mujeres. - La Rochefocauld.

Lo casto es lo puro, pero también lo tradicional. Las costumbres como elementos culturales, si bien no están determinadas por aspectos de carácter morfológicos, ni conservan una relación estrechamente ligada a la ubicación geográfica del grupo social que las contiene, si determina en muchas formas la manera en que estas sociedades han de desarrollarse y relacionarse en el mundo.

Unamuno desarrolla de manera muy clara el concepto del casticismo, como bien ha dicho, es en su mayor parte tradición. Tradición es igual a castidad, a pureza, hace una reafirmación del individuo castizo para con su cultura, su pueblo.

Lo tribal es lo castizo en sus inicios. Como sabemos, el clan y la tribu, como formas básicas y simples de organización social, tienen un vínculo que va más allá de una mera posición y tiempo en el globo terráqueo. Esto es, aspectos culturales similares o comunes. Lo tribal esta igualmente ligado a lo religioso, es por esto que gran parte de las culturas antiguas tienen sus pilares en este, más que en otros. Dios, los Dioses, son los inmortales de la cultura, viven con y para ella, es por esto que el aspecto religioso de lo tribal se transforma en el aspecto tradicional de una determinada sociedad. Es decir que cuando los grupos sociales logran una organización superior a los antes mencionados, como en las polis griegas, lo tribal se convierte en lo tradicional, la tradición de cada pueblo es su herencia.

Desde Diógenes, muchos han sido los hombres universales rechazados por dar la espalda a la tradición, ya sea por ser contrarios a esta o por querer transformarla, como en el caso de Copérnico. La cultura tiene un carácter tan relevante porque implica la inminencia en su seno de alguna deidad, la traición a la cultura es la traición a un dios.

Cierto es que el elemento religiosos no es el único que conforma la idiosincrasia de un pueblo, también está el idioma, el pasado común, los mutuos intereses, etc. Pero resulta innegable que lo que reviste de aquella aura de pureza, de orgullo nacional, de identidad cultural, es el trasfondo religioso, la conexión de lo inmortal y perecedero. No todos los buenos del mundo van al mismo cielo.

Me decanto por la palabra Etnicismo, antes que racismo, por la inexistencia de más de una raza en el género humano. La etnia está mucho más vinculada con la cultura, desde luego sin determinarla, pero de una forma u otra la identifica. Es así como un hindú nos recuerda al Indostán, un chino al confucionismo, un japonés al taoísmo, un negro a las religiones tribales de áfrica, un indígena a las religiones precolombinas y los blancos al cristianismo.

La tradición que una etnia adopta para sí, también se transforma en representativa de esta, y es en esta situación en que tenemos discriminación hacia los individuos extranjeros. Pero esto podía ser argumentado en siglos anteriores, cuando las relaciones entre los diferentes pueblos eran mucho menos intensas de lo que ahora son. También fallamos en explicar el racismo en naciones mestizas o donde el pueblo nativo fue erradicado, donde la etnia y la cultura no tienen una relación importante, sino que el color de la piel sobrevive ahora como único carácter etnocentrista.


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