Revista Opinión

Catalonia goya (madrid)

Por Candreu
CATALONIA GOYA (MADRID)CATALONIA GOYA (****)Goya 49
28001 MadridHabitación: 110Fecha de entrada: 15/03/2021Tarifa: 67,00 (SA)


En el mismo centro de la ciudad, en pleno Barrio de Salamanca rodeado de tiendas y edificios de oficinas encontramos este edificio con cierto aire señorial empotrado en una de las típicas manzanas de la zona. Fachada de ladrillo rojo y balcones con forja negra. Ocho plantas hacia arriba y bajos ocupados por tiendas de moda. El antiguo portal del edificio, con una pequeña pérgola de metal y cristal, decorado con sendos maceteros a cada lado hace de entrada al hotel, pasando casi desapercibido. Una luz en la acera proyecta el logo del hotel para que no lo pasemos por alto. Frente a la entrada una zona de carga y descarga exclusiva del hotel para poder recoger y dejar huéspedes. Una tupida alfombra negra nos sitúa frente a dos puertas correderas de cristal. Dentro un largo y estrecho pasillo muy iluminado en leve cuesta arriba con paredes decoradas con alusiones a la ciudad. Al fondo, antes del ascensor de cristal y las escaleras, encontramos remetido a la derecha un pequeño espacio para dos mostradores de recepción recubiertos con mamparas de metacrilato. Tras ellas unas pequeñas mesas con varias carpetas, papeles y algún libro algo desordenado. Sobre los mostradores, un par de marcos ofrecen distintas posibilidades de alojamiento en mejores habitaciones. Esperamos el final del registro de otro huésped y nos atiende una simpática joven. El proceso es algo frío, mecánico e impersonal, aunque al menos es rápido. Nos pide el nombre y el número del DNI y chequea en el ordenador que ya tiene nuestros datos por lo que directamente nos cobra la estancia, nos entrega la factura (chequeando antes que los datos fiscales están correctamente grabados en el sistema del ordenador) y nos entrega un pequeño cartoncito con dos copias de la llave de la habitación. Nos explica el funcionamiento del wifi que es correcto en todo el edificio después de introducir en nuestros dispositivos un raro código. Un paso más hacia adelante encontramos el único ascensor. De puertas de cristal enmarcadas en metal blanco a ambos lados. Dentro una pared de cristal con un vinilo con las estrellas características de la Cadena, y al otro una metálica botonadura que incluye información en cada uno de los pisos. Los números no parecen lógicos (salta varios) y la configuración del edificio hace que haya paradas intermedias. Las puertas se abren a un pasillo de fría luz, paredes blancas y suelo blanco que termina en otro que corre a derecha e izquierda donde si sitúan las habitaciones. Allí moqueta gris y paredes en marrón oscuro, igual que las puertas. No demasiado ancho y con luces algo más efectistas.CATALONIA GOYA (MADRID)La puerta encaja un poco mal tras el cierre ya que está algo desencajada de tanto abrir y cerrar. Nos da paso a un espacio rectangular, alargado y con mucha luz (artificial). A un lado pared en vescom gris verdoso, al otro, pared de madera oscura en la que además están los grandes interruptores -en negro- para la luz, y la ranura para la tarjeta de la habitación. El suelo es de madera clara y brillante. Enfrente de nosotros hay otra puerta de madera oscura con pomo de metal que aísla el dormitorio del pasillo.El dormitorio resulta generoso. Cuadrado. Suelo de parquet marrón claro aunque distinto al de la entrada. Paredes en vescom gris verdoso y techo blanco. Poca luz. A la derecha está la cama, vestida de blanco con un suave nórdico y cuatro almohadas de distinta dureza. Muy confortable. Empotrada contra un pequeño cabecero cuadrado en madera oscura a juego con las dos sencillas mesillas qu ehay a cada lado. Sobre ellas sendas lámparas metálicas con tulipa color arena que dan poca luz en general y especialmente para la lectura. Aún así el efecto lumínico del dormitorio resulta acogedor. Dos puntos de luz sobre la mesa de trabajo y las luces de la mesilla crean una sensación cálida y relajada. Sobre una de las mesillas hay un calzador y sobre ambas varios interruptores grandes y negros para apagar las luces. En una de ellas y descuadrado del resto de interruptores hay un enchufe disponible algo desencajado de la pared. En general el mantenimiento es un poco deficiente y hay esconchones por las paredes, golpes en los rodapiés y algunas juntas del vescom separadas. En la pared del fondo hay un pequeño balcón que da a un pequeño patio interior pintado en claro en el que se ven tuberías y otras instalaciones del hotel. Una cortina negra de terciopelo y dos leves visillos grises cubren el balcón aunque no impiden que por la mañana se cuele algo de luz en la habitación. La insonorización exterior resulta formidable. No así la interior que no impide que escuchemos pasos y voces del pasillo y algunos ruidos en las habitaciones contiguas.CATALONIA GOYA (MADRID)
A los pies de la cama hay una zona remetida en la que se empotra un armario alto que recoge la televisión plana sobre un minibar de puerta transparente con refrescos, agua, zumos y cava. A su lado hay una mesa de madera oscura protegida por un cristal y una silla de piel blanca. En la pared hay un enchufe disponible para los aparatos electrónicos. Sobre la mesa hay una enorme bandeja de cortesía con un hervidor, tazas y varios servicios de café y té además de una botella de litro y medio de agua de cortesía. La bandeja ocupa casi todo el espacio, quedando poco hueco para trabajar. Además, sobre la mesa está el teléfono, que no está en las mesillas. Bajo la mesa una papelera de metal. Cuelga de la pared una lámina que imitando una rara vidriera se ha enmarcado en madera color chocolate. A juego con esta lámina hay otra mucho más grande y de orientación vertical junto a la puerta del dormitorio. 
A la izquierda de la puerta, junto al sencillo display de utilización del aire acondicionado, que funciona perfectamente aunque de forma bastante sonora, hay un pasillo con un punto de luz que termina en un espejo de cuerpo entero colgado de la pared y enmarcado en madera. A la derecha, el armario de puertas correderas con dos largos tiradores metálicos. En un lado una balda y un colgador con una docena de perchas normales de distintos formatos. En el otro lado baldas, y en una de ellas la caja fuerte. 
CATALONIA GOYA (MADRID)A la izquierda la puerta de cristal del baño. Nuevo. Destaca al entrar el techo como con celosías de madera y cristal recogiendo las luces y generando un agradable efecto. Suelo de madera y paredes en blanco y vescom oscuro. A la derecha inodoro y bidet con tapa, un teléfono y dos pequeñas perchas. Frente a la puerta, una mesa exenta de madera clara y sobre ella un exento y generoso lavabo con moderna grifería de doble mando. Sobre el conjunto hay un espejo enmarcado en madera. A su lado un espejo de aumento y un secador de escasa potencia. En una bandeja de madera se ofrece el set de amenidades de baño con una pastilla de jabón, pañuelos de celulosa, gorro de ducha, peine y lustrazapatos. Además en dos botes pequeños de aire retro se ofrece un gel y un champú de agradable y revitalizante aroma. Cuelgan debajo del lavabo dos toallas de manos en blanco de buena calidad y con el logo de la cadena grabado. 
CATALONIA GOYA (MADRID)La bañera protegida por una mampara fija de cristal se ubica a la izquierda del espacio. La grifería es algo antigua pero funciona perfectamente. Tanto el caudal como la presión o la temperatura resultan envidiables. Un calientatoallas culmina la instalación del baño. Nos ofrece dos toallas de ducha de gran formato y buena calidad, calientes cuando salimos del baño, y además sirve para calefactar el espacio y que el frío de la mañana ni se note. 
Como ya pagamos en el registro de entrada la salida no tiene otra más que preguntar por el minibar y decir adiós. Sin más. 
Calidad/precio: 9Servicio: 7

Ambiente: 8.5
Habitación: 8
Baño: 8.5
Estado de conservación: 7.5
Desayuno: 

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