Desde hace unos años está empezando a implantarse en España la moda de celebrar Halloween. Como todas estas cosas, hay gente que está a favor y gente que está en contra, respetables todas las opiniones.
Pero Halloween no es un fenómeno aislado. Mucha gente se niega a aceptar una fiesta típicamente americana. La realidad es que la cultura americana lleva conviviendo con nosotros muchos años y se va metiendo en nuestros hogares. Mucha “culpa” de esto la tienen series y películas de televisión, en las que vemos celebraciones y costumbres que no son nuestras, pero que a muchos les gustaría adoptar. Así, la cantidad de restaurantes americanos que pueblan nuestras ciudades es inmensa. Y yo no reniego de la comida casera, para nada, y evito lo máximo posible la comida rápida y basura, pero no negaré que para los niños y para mí, ir a comer a un restaurante americano que nos encanta es como una fiesta, y siempre vamos a ese sitio para celebrar nuestros cumpleaños y en ocasión de algún día especial.
Del mismo modo, cuando llegan las Navidades, hace ya años que vemos adornos, figuras y actividades relacionadas con Papá Noel. Pero este señor gordo, con cara de bonachón y vestido totalmente de rojo no es producto nacional. Al contrario, cuando yo era pequeña, esperábamos ansiosos a que llegasen los Reyes Magos y desde entonces hasta ahora, Papá Noel fue llegando desde América para instalarse en nuestros hogares y dejar que los niños disfruten de sus regalos con unos días de antelación. Ahora, por el mismo precio tenemos dos personajes que traen magia y regalos a los niños.
Al fin y al cabo, es por ellos, por los niños, por los que hacemos estas cosas, al menos en mi caso.
La fiesta americana de Halloween coincide con nuestro tradicional día de los santos. La diferencia está en que en España, este día es un día triste, donde la gente va a los cementerios a llorar a sus seres queridos. Si nos paramos a pensarlo, me parece una hipocresía, ¿durante todo el año no nos acordamos y el 1 de noviembre vamos al cementerio? Cuando un ser querido se nos va, el dolor y el vacío que deja es tan grande que no necesito una fecha concreta del calendario para recordarle ni para ir a visitar su lugar de descanso, ya lo hago cada día.
Halloween es en realidad una celebración de origen celta y llegó a América a través de los inmigrantes irlandeses. Los antiguos celtas conmemoraban la festividad de Samhain, que significa fin del verano. Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el otro mundo se estrechaba con la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) pasar a través. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. (fuente Wikipedia).
Desde hace unos años, celebrar Halloween es una costumbre que ha entrado en nuestras casas. Hacer algo diferente y divertido con los niños es lo que importa y a ellos les encanta disfrazarse y dar sustos, e incluso recibirlos. Pero como la economía no está muy sobrada últimamente, gastarse mucho dinero no entra en nuestros planes.
Fiestas de disfraces
Hace unos años Lucas llegó del colegio diciendo que iban a celebrar Halloween y que tenía que disfrazarse. Como me pilló un poco desprevenida, pasamos al plan zombi. Estrategia que hemos usado varios años más. Ser un zombi es bastante barato. Sólo nos hace falta ropa vieja y/o estropeada que tengamos por casa, ya sabemos que los zombis van siempre hechos un desastre. También necesitaremos maquillaje blanco y rojo y negro. Para el negro uso sombra de ojos y el blanco y el rojo lo puedes encontrar en tiendas de chinos, disfraces y Amazon por un par de euros.
A Sara le compré un disfraz de bruja en una tienda de chinos que me costó 8€. Lo cogí un par de tallas más grande y así tengo disfraz para varias veces. Además, como hay que ahorrar, el año pasado se puso el traje para la fiesta de la guarde, para la fiesta que hicimos nosotros y este año va por el mismo camino. ¡Amortizado!
Te enseño alguna foto de nuestros últimos disfraces caseros y baratos. Y en internet puedes encontrar muchísimas ideas.
Comidas y fiestas
Ya tenemos los disfraces, ahora hay que lucirlos. El año pasado hicimos una fiesta en el local de la comunidad y nos juntamos mucha gente, todos disfrazados. Decorar el lugar tampoco es caro, en las mismas tiendas de los chinos tienen decoración de todos los tipos y de todos los precios, y entre varias personas, con un par de euros podemos comprar arañas para colgar, murciélagos y telas de araña. La idea es ambientar el lugar un poco, la animación la pone la gente.
Si hacemos una fiesta con varias personas, lo mejor es que cada uno se encargue de llevar algo de comer. Es mejor hablar esto antes del día señalado, para no juntarnos con cosas iguales. Y con un poquito de imaginación, podemos tunear la comida para que parezca de miedo. No he encontrado fotos de las cosas que he hecho yo personalmente, pero también te dejo algunas ideas.
Cortar el queso con forma de miedo y dejar que se funda sobre la hamburguesa
Cortar tiras finas de hojaldre y enrollar las salchichas. Meter al horno y decorar
Una alternativa a las fiestas caseras es salir a cenar en algún sitio tematizado de Halloween. Hay multitud de restaurantes que se decoran para la ocasión, crean un ambiente lúgubre y hasta los propios camareros están disfrazados. Restaurantes de estilo americano, para no perder las costumbres propias de la tierra.
Y si no queremos perdernos la diversión de Halloween y pasarlo por todo lo alto, lo mejor son los parques de atracciones. Diversión a raudales y mucho miedo para pasar un día en grande. Todos los parques se decoran por estas fechas y suelen incluir pasajes del terror gratuitos, así como actuaciones y pasacalles de miedo. Hace unos días estuvimos en el Parque de Atracciones de Madrid, y aunque había mucha gente como es normal en este tipo de eventos, lo pasamos genial. Entramos en algún pasaje del terror y disfrutamos con la Monster Parade, un montón de seres de inframundo que salen a aterrorizar a los más valientes. Es espectacular lo bien caracterizados que están algunos. En unos días también iremos al Parque Warner, puedes leer lo bien que lo pasamos el año pasado.
Cine de terror
Y si llega la noche y no tenemos sueño, hay otro plan que no puede faltar. Ver películas de miedo. Con Sara hemos visto en un par de ocasiones Hotel Transilvania, película llena de monstruos muy graciosos con los que pasar un rato agradable. A ella le encanta Blobby, la cosa esa verde y viscosa que recoge de todo en su interior. Y estamos deseando ir a ver la segunda parte al cine. Y con Lucas, qué decir, ¡por fin le encantan las pelis de miedo! Las películas de terror son un género que siempre me ha encantado y estaba deseando poder ver algunas películas como Poltergeist con él. Ahora ya se ha aficionado y en cuanto se entera de alguna nueva de miedo, allá que vamos los dos. Eso sí, las luces no pueden estar muy apagadas y el volumen no demasiado alto, todavía no hemos llegado a ese punto. Hemos visto juntos Pesadilla en Elm Street, Insidious, Guerra mundial Z y alguna más y tengo pendiente El Resplandor y El exorcista, películas buenísimas y que a mí me encantaron en su día, pero que no sé si van a convencer del todo a Lucas por los anticuados efectos especiales, aunque tiene que ver que lo importante es la trama en sí.
Bueno, está claro que Halloween ha llegado a nuestra casa para quedarse. Los niños disfrutan y eso es lo que a mí me importa. Este año, Sara tiene fiesta en el cole y por la tarde vamos a hacer alguna cosilla para los niños de la urbanización. Lucas también tiene una fiesta por la tarde en el instituto, los alumnos van a montar un pasaje del terror. Y para poner el broche final, nos vamos a ir a cenar un montón de amigos con los niños, todos disfrazados, por supuesto.
Y tú ¿celebras Halloween? ¿Cuál es tu plan para este año?