Mucho ha llovido desde que en 1971, dos amigos americanos abrieran el primer Hard Rock Café en Londres. Nada hubiese tenido de especial, si no hubiera sido porque uno de sus clientes habituales del local, Eric Clapton, pidió a los propietarios que le reservasen una mesa exclusiva para él.
Para “marcar” ese rincón singular, no se les ocurrió nada mejor que colgar en la pared una guitarra que el propio Clapton les regaló (una Fender roja, para ser más precisos).
Nadie más volvió a pensar en ello, hasta que una semana más tarde, llegó otra guitarra (una Gibson Les Paul, por cierto), y con ella, una nota de Pete Townshend de The Who que decía: “La mía es tan buena como su amor, Pete“. Así empezó la leyenda del Hard Rock Café.
Después de eso, las guitarras “famosas” nunca más dejaron de llegar. Hoy en día, más de 70.000 guitarras, pianos, armónicas, micrófonos, camisas, pantalones, vestidos, bufandas, sombreros, zapatos, dibujos, letras de canciones escritas a mano, mechones de pelo, coches, motos y hasta un autobús, así como una gran variedad de recuerdos del rock conocida como “MEMORABILIA”, (la mayor y más valiosa colección de objetos de Rock’n’Roll en el mundo), están colgados en las paredes de más de 163 Hard Rock Cafés, hoteles y casinos en 52 países de todo el mundo.
Miles de personas (entre las que me incluyo) aprovechan sus viajes alrededor del mundo para visitar alguno de estos paraísos de los amantes del Rock y coleccionar sus famosos pins y camisetas.
Por mi parte, Hard Rock Café tiene un lugar muy especial en mi corazón, por diversos motivos. La primera vez que pisé un Hard Rock Café fue en Londres hace casi 30 años (el tiempo pasa volando), mi penúltima experiencia Hard Rock Café, fue hace unos días cuando celebramos el 18 cumpleaños de mi hija, (con una entrañable fiesta “rock&food”), y para finalizar, mi última experiencia Hard Rock fue el pasado jueves, durante la gran fiesta de reinauguración del Hard Rock Café Barcelona.
¿Y quizá os preguntaréis? ¿Reinauguración? Pues sí, para celebrar su 15 aniversario en la ciudad condal, el mítico Hard Rock Cafe Barcelona se ha remodelado completamente (os aseguro que ha quedado “IMPRESIONANTE”) y lo celebró con una gran fiesta de reinauguración en la que hubo de todo.
Los Castellers de Sants fueron los encargados de abrir el espectáculo cultural y musical. El corte de cinta lo realizó la Embajadora Cultural de la marca y primera camarera de Hard Rock Cafe Londres, Rita Gilligan, (¡guapísima y encantadora, por cierto!) de una manera no tradicional: con una sierra guitarra, al más puro estilo Hard Rock Cafe.
Macaco fue el encargado de poner todo el espíritu musical de Barcelona a la fiesta con un concierto acústico que hizo cantar y bailar a los más de 500 invitados, mientras las bandejas de comida, (destacando la versión mini de las diferentes variedades de sus hamburguesas “Legendary”), no cesaban de pasar. Como curiosidad, y para los que yo, no soléis comer carne, sus hamburguesas vegetales “Legendary” están de vicio!!!
Para finalizar, su clásico y también legendario Brownie de chocolate acabó de endulzarnos una noche rock muy especial!!! Gracias por ello!!!!
¿Y vosotros? ¿Os gusta la música Rock? ¿En cuántos Hard Rock Café habéis estado? ¿Qué es lo que más os gusta de ellos? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!!Besos desde mi blog!!!
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