Charlota de fresas y almendras

Hoy os traigo una deliciosa tarta de fresas en forma de charlota. Un dulce estupendo y delicioso para disfrutar de esta fruta de temporada que tanto nos gusta en casa, tanto, que hasta Simón, el gato, no pudo resistirse a ir a por el trozo que le correspondía. La Charlota es un postre de origen francés, realizado en un molde circular del bordes altos y rodeado de bizcochos de soletilla. Un postre que no necesita horno, se sirve frío y en esta ocasión va relleno de una deliciosa mousse de fresas y almendras. Irresistible, verdad?
INGREDIENTES
4oo gr. de fresas.
1 Paquete de bizcochos Sancho Panza de Galletas Angulo.
300 ml de nata para repostería.
50 gr. de azúcar glas.
4 Hojas de gelatina neutra.
Para la pasta de almendras:
100 gr. de harina de almendras.
100 gr. de azúcar glas.
1 Clara de huevo.

1. Cubrimos el molde que vamos a utilizar para la charlota con papel de hornear, yo uso uno antiguo de flan (podéis usar uno para bizcocho) y lo rodeamos con los bizcochitos. Ponemos las hojas de gelatina en un cuenco con agua fría. Lavamos y troceamos las fresas. Reservamos tres para decorar. Tomamos 100 gr. de fresas y las partimos en trozos pequeños, las reservamos en la nevera.
2. Para preparar la pasta de almendra, montamos la clara a punto de nieve, le añadimos poco a poco el azúcar glas y la harina de almendra, mezclamos bien hasta obtener una masa uniforme y homogénea. Reservamos. Partimos por la mitad el resto de fresas y en el procesador de alimentos las trituramos poco a poco, junto con la pasta de almendra, hasta obtener una masa homogénea. Escurrimos con las manos las hojas de gelatina y las colocamos en un cazo a fuego lento, removiendo hasta que se deshagan. Las añadimos a la mezcla de fresas y almendras y volvemos a mezclar bien.
3. Montamos la nata junto con el azúcar glas. Una vez bien montada, añadimos poco a poco la mezcla anterior, con movimientos envolventes, para que se mezcle bien con la nata. Una vez bien integrada, vertemos hasta la mitad del molde, añadimos en el centro las fresas troceadas que hemos guardado y terminamos de rellenar con la mezcla. Damos unos golpes suaves para que la mezcla llegue bien a todos los lados del molde y dejamos enfriar unas 4 horas en la nevera. Para servir, damos la vuelta con cuidado sobre un plato y presionando un poco, saldrá sin problemas.

Un postre tradicional francés que no puede quedar más rico y más bonito en la mesa, todo un lujo al alcance de cualquiera, pocos ingredientes y muy fácil de preparar, lo mejor de todo es que lo vais a disfrutar muchísimo, el relleno de fresa y almendra queda realmente delicioso. Cuando vais a montar la nata, le podéis añadir unas gotas de extracto de vainilla, le va de maravilla.

Si os cuesta un poco de desmoldar, abrid el grifo con agua caliente, mojáis un poco el molde y saldrá sin problema, aunque en principio no tiene que dar problemas. La sacaremos del molde antes de servir, y la decoraremos con unas fresas naturales por encima y si tenemos unas hojas de hierbabuena, le irán de maravilla, a demás de darle una pincelada de color preciosa.

Un postre de lo más refrescante, que no necesita horno para su preparación, con lo que es rápido y sencillo. Si la preparamos con antelación, la podemos guardar en el congelador hasta un rato antes de tomar, que la sacaremos y dejaremos en la nevera. 

Espero que os guste la receta, yo desde que la vi en la revista Saveurs, estaba deseando prepararla, y el resultado no ha podido ser mejor, con lo que os la recomiendo muchísimo. La Receta la he realizado con los bizcochos de mi caja de Degustabox, con el código W85PN obtendréis un descuento en vuestra primera compra, espero que os guste!