Por Waldo Mendiluza (Prensa Latina)
Caracas, 4 mar (PL) El presidente venezolano, Hugo Chávez, insiste en su llamado a la comunidad internacional a impedir una intervención militar de Estados Unidos en Libia para apoderarse de su petróleo, conflicto de impredecibles consecuencias.
Para Chávez, incluso los aliados europeos de Washington deberían entender que son arrastrados a una aventura bélica, como la agresión de marzo de 2003 contra Iraq. "Es la hora de la política y la paz, no de la guerra. No a la intervención imperial en Libia que busca petróleo sobre la sangre de inocentes", señaló al referirse al despliegue del Pentágono y las amenazas de la Casa Blanca.
De acuerdo con el estadista, un ataque a la nación norafricana podría disparar los precios del crudo hasta 200 dólares por barril.
Eso no le conviene a nadie, ni el estallido de un conflicto que se extendería como un polvorín por la región, con la posibilidad de que la candela cruce el Mediterráneo, advirtió la víspera en esta capital durante un acto del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Ante ese probable escenario, alertó sobre la necesidad de hacer esfuerzos para evitar males mayores a un planeta golpeado por crisis alimentaria, económica y ambiental.
Chávez defiende la salida pacífica a la situación en Libia, la cual califica de guerra civil.
Desde la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) hemos propuesto una comisión mediadora, que he conversado con varios presidentes árabes, africanos y latinoamericanos, y con el propio líder libio, Muamar El Gadafi, quien la aceptó, dijo.
A partir de la iniciativa mediadora y la situación en la nación árabe, cancilleres del ALBA realizan hoy una reunión en Caracas.
La propuesta mereció el respaldo de algunos, el escepticismo de otros y el rechazo de quienes parecen empeñados en la opción militar.
"No se necesita una comisión internacional para decirle al coronel Gadafi lo que debe hacer por el bien de su país y de su pueblo, debe dejar el poder", estimó este jueves el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, en su habitual rueda de prensa.
Chávez consideró las declaraciones de Crowley una prueba más de las intenciones bélicas de Washington, nada ocultas por el Pentágono, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el propio presidente Barack Obama.
Gadafi perdió legitimidad y debe irse, sentenció un amenazante Obama, postura en sintonía con el despliegue de buques, aviones y tropas en el Mediterráneo.
Al respectó, el líder venezolano contrastó la posición asumida por Obama con su condición de Premio Nobel de la Paz.
"Yo sé que Gadafi no se va ir, y por tanto Estados Unidos está preparando una invasión o asesinarlo Piénselo señor Obama, usted es Premio Nobel de la Paz", apuntó Chávez.