La camioneta Chevrolet C-10 del año 1966 asomando durante
las pruebas en el road test de la revista Parabrisas.
Hoy veremos, gracias a un road test de la revista Parabrisas, como era la camioneta Chevrolet C-10 antes que se llamara Brava y con una nueva carrocería. Este modelo derivaba de la primera camioneta fabricada a partir del año 1960.
Técnicamente el modelo era C-1404 que fue la camioneta testeada. Ahora existían otros dos modelos: C-1403, con cabina sin caja y C-1434, con un largo de caja más corto. Los tres modelos tenían diferentes capacidades de carga útil. Pero esta nota será sobre la Chevrolet C-1404. Pasemos a sus características técnicas primero.
Chevrolet C-10 de 1966 fabricada por General Motors Argentina
en plena acción en el road test de Parabrisas.
La caja de velocidades, como era norma en la mayoría de los vehículos procedentes de Estados Unidos en aquellos años, era de tres velocidades, sin tener sincronizada la primera, y marcha atrás. Además la palanca de cambios estaba ubicada en la columna de dirección lo que permitía que tres pasajeros viajara cómodos en el asiento enterizo de la cabina de la Chevrolet C-10 del año 1966.
Las relaciones de las distintas velocidades eran las siguientes: primera, 2,798:1; segunda, 1,687:1; tercera, 1,000:1 y marcha atrás, 3,798:1. El embrague era del tipo monodisco seco y el diferencial trasero tenía una relación de piñón-corona de 3,73:1. El cardán, que iba de la caja de velocidades al diferencial, tenía una junta, o cruceta, en cada uno de sus extremos.
Tres vistas de la camioneta Chevrolet C-10 de 1966.
De arriba, abajo: trompa, el barrido de los limpiaparabrisas
y el espejo retrovisor externo.
La suspensión delantera era independiente con trapecio deformable con los brazos estampados en acero. Completaban el tren delantero resortes helicoidales y amortiguadores hidráulicos de doble acción con topes de gomas fijos en el brazo inferior. El eje trasero era rígido, pero a diferencia de su competidora, la Ford F-100, no tenía elásticos sino dos brazos fijados al travesaño del chasis de la Chevrolet C-10. Además constaba de un brazo Panhard con resortes helicoidales de paso variable que se endurecía progresivamente de acuerdo a la carga. Completaban la suspensión trasera los amortiguadores hidráulicos de doble efecto.
Perfil, trompa y cola de la camioneta Chevrolet C-10 del año 1966
en el road test de la revista Parabrisas.
La velocidad máxima obtenida en el road test de la revista Parabrisas arrojó que la C-10 podía llegar a los 129,6 kilómetros por hora. La aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora era de 18 segundos. Las velocidades máximas en cada velocidad eran las siguientes: primera, 61 kilómetros por hora (cuando el cambio de marcha era a los 48 kilómetros por hora); segunda, 110 kilómetros por hora (cuando el cambio de marcha era a los 98 kilómetros por hora) y tercera, 129,6 kilómetros por hora.
El consumo de combustible era de unos 7 kilómetros por litro en ciudad. A velocidad constante de 80 kilómetros por hora, en ruta, consumía lo mismo. En cambio a 1oo kilómetros por hora el consumo bajaba a 6 kilómetros por litro. Para frenar de 80 a 0 kilómetro por hora necesitaba de 40,90 metros y para hacerlo de 100 a 0 kilómetro por hora de 71,80 metros.
El interior de la cabina con un primer plano del volante
y el tablero de la Chevrolet C-10 de 1966.
El tablero si bien era grande era algo parco en los datos que brindaba. Era de forma rectangular (hay una fotografía donde se lo puede ver claramente). En la parte superior estaba el velocímetro de forma lineal con odómetro total. A ambos lados dos relojes circulares con el nivel de combustible y la temperatura del agua del radiador. Luego había luces testigo para la presión de aceite y la descarga de la batería. También para indicar la colocación de las luces de giro.
El motor de la camioneta Chevrolet C-10 de 1966. Se aprecia el filtro
de aire en baño de aceite en el vano motor.
La cabina les resultó cómoda, no así la posición de manejo que era clásica en esta camioneta de origen estadounidense. El andar en la ciudad era cómodo por el tipo de suspensión trasera, más parecido a un automóvil grande que a un camión liviano. Lo que no les gustó era la gran desmultiplicación de la dirección que obligaba a dar muchas vueltas para maniobras de estacionamiento o a baja velocidad. Pero se ganaba en liviandad del volante.
Este modelo es el último que fabricó General Motors Argentina con esta carrocería. En el año 1967 sale la nueva Chevrolet C-10 que se llamó Brava con un estilo de carrocería contemporáneo a Estados Unidos. El cambio fue radical para pasar a líneas más modernas. Este modelo ya lo hemos visto en Archivo de autos.
Todas las imágenes que acompañan esta nota fueron tomadas de la revista Parabrisas número 63 de febrero-marzo de 1966 donde salió publicado el road test número 44 que la publicación argentina venía haciendo desde el año 1961.
Mauricio UldaneEditor de Archivo de autos
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