Tras celebrar el 30º aniversario de Que me parta un rayo, su debut en solitario —y Los Subterráneos—, Christina Rosenvinge volvió a actuar en Madrid, en esta ocasión en The Music Station Príncipe Pio, con motivo de la 10ª edición de Inverfest. Aunque ya hayas leído que se trataba del primer concierto del festival que arrancó el día 6, nada, presta atención, esta presentación en directo del disco Los versos sáficos (Primavera Labels, 2023) se celebró algo después, el 10 de enero.
A propósito de Los versos sáficos, hace un par de años, la artista madrileña de ascendencia danesa protagonizó y puso música a Safo, un "poema visual, musical y escénico", "concierto teatralizado" o "ida de olla" —el proyecto también fue definido así por ahí—, con canciones compuestas a partir de los versos de la poetisa de Lesbos del siglo VI a.C. ¿Asunto zanjado?, en absoluto. Rosenvinge es mucha Rosenvinge y decidió dar otra vuelta de tuerca más grabando aquellos temas.
Explicado lo cual, pasadas las 20:30 horas, quizás 10 minutos, no más, Christina apareció sobre el escenario de The Music Station con guitarra y bien compañada por Xerach Peñate (batería y coros), Irene Novoa (bajo, teclados y coros) y Amaia Miranda (guitarra y coros). "Con esta canción empezó mi relación con los mitos griegos (...) Yo tenía una idea muy superficial de quién era Safo (...) Es un placer presentar Los versos sáficos", así se refirió la artista a su Himno a Afrodita, justo después de recibir a su público al son de Canción del eco y antes de afinar y superar cierto "silencio incómodo". El personal aún estaba frío, como con el modo enero activado, aunque con Hoy duermo sola se empezaron a escuchar las primeras palmas y ya con el ritmo pegadizo de Pajarita el ánimo de la tropa fue levantando...
"Esta es una canción sobre el miedo a que no haya nada más", y se refería a Canción de boda, otra más de Los versos sáficos que acabó con ella bromeando: "dan ganas de casarse". La manzana sonó en acústico, una guitarra y tres voces, y se saldó con uno de los momentos más especiales de la noche,. "Entre mis canciones sáficas anteriores he encontrado esto", y de nuevo con su guitarra dio buena cuenta de Ana y los pájaros. "Yo creo que fue la primera canción pop que habla del calentón (...) no fue fácil convertir estas palabritas sueltas en canción", y tras Poema de la pasión sonó Fragmentos, y esta última sonó especialmente transgresora pese a ese origen tan clásico... "¿Qué os parece mi traje de bola de discoteca?", preguntó con una sonrisa y es que la primera hora de concierto dio para mucho. A continuación sonó Contra la épica en clave "tecno-bollera" [sic] y la gente se vino arriba definitivamente. Así se lo hizo saber a Christina con una gran ovación, pero por desgracia se cortó el rollo cuando las cuatro artistas abandonaron el escenario: hasta ahí Los versos sáficos.
Tras presentar a Irene Novoa, Xerach "La alegría de la furgoneta" Peñate, Amaia Miranda, su nueva guitarrista, e incluso el ingeniero de sonido y productor Dany Ritcher, a los mandos, se reanudó el concierto. "Vamos a tocar alguna canción más", y entre aplausos y más aplausos, en esta recta final no faltaron Ese chico —compuesta para la serie Maricón perdido de Bob Pop— y La tejedora. En definitiva, sin ser el primer concierto de Inverfest en 2024, unas y otros estamos de acuerdo en que Christina Rosenvinge ha protagonizado el primer gran concierto de esta 10ª edición. Toda una clase de Historia contem-pop-ránea, tal cual.
Texto y fotografías: Alberto C. Molina