Se trata de un rico Chutney de tomate. Seguramente que todavía estáis a tiempo de aprovechar los últimos tomates en las huertas y podéis preparar conserva para ir tirando durante el año.
¿Y qué es el chutney? Su origen proviene de la cocina de la India. Se puede asemejar a la mermelada, pero con la diferencia que el chutney es una salsa muy especiada. Es una mezcla de especias que le da el toque agrio-aromático y dulce que le da el toque del azúcar moreno.
¿Y en que lo puedo utilizar? pues de acompañamiento de carnes y pescados. De hecho la primera vez que lo he probado ha sido este verano en un bar-restaurante. Era una hamburguesa con foie, rúcula, cebolla caramelizada y chutney de tomate, entre una panecillo casero de semillas de amapola. Ainsss buenísimo no, lo siguiente. Una combinación perfecta. O como os dejo a continuación, para dipear, jijiiii, y es que está buenísimo y no pararías de comerlo.
Y ahora os dejo la receta, pero ojo¡¡¡ las cantidades de especias son relativas, porque os puede gustar una especia más que otra y así que predomine en el sabor. Más o menos estas son las cantidades que yo he puesto:
Podéis pelar o no los tomates, eso va a gusto si os gusta más fino o no. Poner en una cacerola un poco de aceite, añadir los tomates troceados muy pequeñitos y cocinar. Cuando empiece a evaporarse el agua, añadir las dos cucharas de azúcar morena, una de vinagre de módena y las especias.
Bajar el fuego, e ir removiendo con una cuchara de madera para que se vaya cocinando e integrando todos los sabores. Estará listo cuando tenga consistencia de mermelada (unos 20-30 minutos a fuego lento).
Bon profit !!!
NOTA: yo hice poca cantidad y lo guardé en una fiambrerita de plástico pequeña y la guardé en el frigo. Me duró 15 días y se conservaba bien.