Damián
Acuarela sobre papel
Ya se movía en convoy, pero no por eso hizo mención de retirarse. Seguía sonriendo gozosa, sabedora de que se reunía por última vez con aquella multitud enfervorizada, y dijo con una nueva voz, mucho más aterciopelada que la que le recordábamos: “Los éxitos engendran más éxitos. Está claro que en mi currículum faltaba algo verdaderamente único. Faltaba esto. Espero que en adelante todas estas experiencias, me ayuden a conseguir ser el gran referente que todas vosotras demandáis”, y por aplacar la explosión de histeria que provocaron sus palabras, durante un largo minuto pidió calma con las manos. Al final, puntualizó en en un inglés entrecortado y mediocre, pero sobradamente universalista: “Hay que entender que nuestra superior condición genera esta clase de expectativas."