Investigadores de la Universidad de Portsmouth de Gran Bretaña y el Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL) del Departamento de Energía de EUA han desarrollado accidentalmente una enzima que se alimenta de plástico y que puede usarse para combatir uno de los peores problemas de contaminación del mundo. Hicieron el descubrimiento mientras examinaban la estructura de una enzima natural encontrada en un centro de reciclaje de residuos hace unos años en Japón.
La enzima, Ideonella sakaiensis 201-F6, es capaz de "comer" tereftalato de polietileno, PET, que fue patentado como un plástico en la decada de 1940 y se utiliza en millones de toneladas de botellas de plástico.
Su objetivo era estudiar su estructura, pero diseñaron accidentalmente una enzima que era incluso mejor para descomponer los plásticos PET.
"Esperábamos determinar su estructura para ayudar en la ingeniería de proteínas, pero terminamos yendo un paso más allá y accidentalmente diseñamos una enzima con un rendimiento mejorado para descomponer estos plásticos", dijo el investigador principal de NREL, Gregg Beckham.
El descubrimiento podría dar como resultado una solución de reciclaje para millones de toneladas de botellas de plástico hechas de PET, que actualmente persiste durante cientos de años en el medio ambiente, dijo la Universidad de Portsmouth en su sitio web. Más de ocho millones de toneladas de plástico son tiradas a los océanos cada año, y cada vez aumenta más la preocupación por el legado tóxico que estos productos derivados del petróleo dejan sobre la salud humana y el medio ambiente.La mayoría del plástico puede permanecer cientos de años en el ambiente, pese a los esfuerzos de reciclaje, es por ello que los científicos están buscando mejores maneras de eliminarlo.
"La casualidad a menudo juega un papel importante en la investigación científica fundamental y nuestro descubrimiento aquí no es una excepción", dijo el profesor John McGeehan, director del Instituto de Ciencias Biológicas y Biomédicas de la Facultad de Ciencias Biológicas de Portsmouth.
La enzima también puede degradar el furandicarboxilato de polietileno, o PEF, un sustituto de base biológica para plásticos PET que se aclama como un reemplazo para las botellas de cerveza de vidrio.
"Aunque la mejora es modesta, este descubrimiento imprevisto sugiere que hay espacio para mejorar aún más estas enzimas, acercándonos a una solución de reciclaje para la creciente montaña de plásticos desechados", dijo McGeehan.