Si te digo Cinco Jotas, adivino lo que viene a tu mente. Seguro que, si tienes un poco de hambre, empieces a salivar ligeramente al pensar en uno de los jamones ibéricos más cotizados de España. No hay nada como el jamón, ¿verdad? Pero el problema es que, si bien el sabor de sus productos no ha perdido con el tiempo, los restaurantes de la enseña se habían quedado un poco vetustos. Hasta ahora. Porque la nueva imagen del restaurante Cinco Jotas Madrid, en el callejón de Puigcerdá, y su carta renovada van a conquistarte igual que la sola visión de un buen plato de jamón.
En Cinco Jotas Madrid, el ibérico más deseado no solo se degusta bien cortado. Gracias a la asesoría gastronómica de Carito Lourenzo, mano derecha de Quique Dacosta, la carta se centra en la pureza de la carne, de la materia prima. Porque han pensado que la mejor manera de que nos demos cuenta de que la carne 5J es excelente es tomándola así, en crudo en sorprendentes y deliciosos sashimis de secreto 5J puro con algas o tartares de solomillo 5J con cigalas. Si, cerdo crudo, porque están absolutamente seguros de la calidad de lo que venden. Y os aseguro que la combinación con algas, por ejemplo, es tan inesperada como exquisita.
El resto de los productos no tienen más remedio que seguir en el mismo nivel de calidad, verduras, huevos, legumbres o pescados. La carta abre con croquetas, ensaladilla, salmorejo, ensaladilla y da paso a las cucharas (garbanzos, crema de setas, arroz meloso o canelón de rabo de toro), las carnes nobles en crudo y los pescados. Y cierra con torrija caramelizada, lingote de brownie o bizcocho de almendras.
“Había que darle a una marca internacional la imagen que le corresponde, más moderna y actual”, señala una portavoz de la empresa. El proyecto de interiorismo de Cinco Jotas Madrid está firmado por el estudio Tarruella Trenchs Studio, de la diseñadora Sandra Tarruellas y Ricard Trenchs, que viajaron al corazón de la dehesa de Jabugo para empaparse de la esencia, historia y filosofía de la empresa.
De este modo, el campo, la artesanía, la luz y la materia prima inspiraron las tres plantas del local. En la planta baja, el techo flotante de madera con textura de bellotas filtra la luz como lo percibiríamos si sesteáramos bajo un alcornoque. Un “museo colgante” con las mejores piezas de jamón Cinco Jotas enmarca el trabajo del cortador, que prepara sin parar platos y platos, de esos que te encantaría pellizcar.
La historia de la empresa acompaña la subida al comedor, decorado con grabados en madera de distintos volúmenes y cierra en una preciosa azotea-terraza, con una estructura acristalada que puede abrirse total o parcialmente. Perfecto para tomarse un cocktail de los que ofrecen en la barra de arriba.
Tal y como explican desde la empresa, “la restauración del grupo Osborne, bajo la tutela y gestión de su director Gonzalo Villalba, trabaja en un gran proyecto de cambio de imagen, concepto y oferta gastronómica de los restaurantes que hasta ahora se han denominado en su mayoría Cinco Jotas”. De hecho, habrá que estar atentos a la próxima apertura del restaurante Gracias en la plaza de Santa Ana.
Date el capricho de descubrir cuántas posibilidades tiene el jamón en el plato.
Los datos. Cinco Jotas Madrid. Callejón de Puigcerdá s/n. 911 73 43 97. Horario: de domingo a miércoles, de 12 a 01h. De jueves a sábado, de 12 a 02h. Precio medio: 35€. Más información en su Facebook
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