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Cine para Degustar: 'Mi cena con André'

Publicado el 01 julio 2010 por Gcpg
Cine para Degustar: 'Mi cena con André'¡Cuántas veces habremos disfrutado viendo alguna película en la que la comida juega un papel esencial!
Pues bien, os propongo ir un paso más allá y sumergirnos de lleno en algunos de estos filmes. ¿Cómo? Elaborando algunas recetas que salen, se nombran o son esenciales en algunas de estas películas; para luego disfrutar de estos platos antes, durante o después de degustar la película. Sólo, con tu pareja, con los amigos, con la familia… Cada cual que decida.
Haré un pequeño comentario sobre cada película y después pondré la receta seleccionada relacionada con ésta. No os preocupéis que sólo haré este tipo de entrada de vez en cuando, que no quiero ser yo culpable de que se estropee vuestra figura.
Para empezar, he elegido una curiosa película dirigida por Louis Malle: ‘Mi cena con André’ (‘My dinner with André’). Fue rodada en 1981 en Estados Unidos, obteniendo excelentes críticas en dicho país. De hecho, la Asociación de Críticos de Boston la eligió como Mejor Película del Año, además de conceder a sus autores el premio al Mejor Guión.
Digo curiosa esencialmente por el planteamiento. Malle nos mete de lleno en medio de una cena en la que los comensales son dos antiguos amigos. Y asistimos a su conversación. Y no hay más. No hay “acción”. No hay alardes interpretativos, tampoco alardes técnicos. La cámara presta atención a sus gestos, a su forma de expresarse, tanto al hablar como al escuchar. Y tú, mientras, estás frente a la pantalla “espiando”, porque hay momentos en que parece que no tendrías que estar ahí, en que parece que te estás entrometiendo en una conversación privada.
Wallace Shawn y André Gregory, autores también del guión, interpretan a los dos personajes protagonistas. Y, no por casualidad, mantienen su nombre en la película. Aunque hay controversia sobre si se interpretan a sí mismos o están representando un papel, el mero hecho de llamarse igual ya nos indica que los papeles tienen mucho (si no todo) de autobiográfico. Se dice que el guión les llevó tres años y que la primera versión duraba seis horas. Se rodó en un hotel abandonado de Virginia.
Al comienzo de la película, a modo de prólogo, acompañamos a Shawn hasta el restaurante. A través de sus pensamientos vamos conociendo un poco su situación personal, de qué conoce a André (a quien lleva años evitando), sus dudas sobre la cita a la que se dirige…
Cine para Degustar: 'Mi cena con André'Una vez llega al restaurante y se encuentra con André Gregory, se sientan y comienza la parte fuerte de la película, la conversación pura y dura sólo interrumpida por algunas apariciones de los camareros, que están a su trabajo y no se involucran en la charla.
Shawn decide centrarse en preguntar pero, aunque el peso lo lleva sobre todo André, poco a poco se va implicando cada vez más en la conversación. Y hablan, hablan de multitud de temas: del arte, del teatro, de la interpretación, del proceso creativo, de la vida, de la muerte, de la humanidad, etc.
Nos enfrentamos a dos personajes totalmente diferentes. André Gregory representa a un intelectual que busca la esencia de la felicidad, un personaje muy preocupado por lo espiritual y lo etéreo. En cambio Wallace Shawn es un ciudadano medio al que lo que más le preocupa es poder pagar sus facturas y poder disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Cada espectador se identificará más con uno u otro según su propia forma de ver la vida; o con los dos; o con ninguno.
A modo de epílogo, al acabar la cena, tras los postres, volvemos a acompañar un rato a Shawn en su regreso a su casa, a su vida.
Y todo es así de simple y de complejo al mismo tiempo. Una película sencilla y a la vez difícil. Una pequeña delicia en la obra de Louis Malle.
Te recomiendo ‘Mi cena con André’ si te gusta escuchar a los demás y si te gusta pensar. Olvídate de ella si no cumples estos requisitos y si lo que buscas en una película es “que pasen cosas”.
La receta que os propongo para disfrutar con esta película, es una que nombran al leer la carta. Ellos la llaman Teppy Ofase, o algo así. Pero para entendernos, se trata de una Terrina de Salmón. La versión que os traigo (hay multitud de variantes) es la que viene en movierecipes. Tened en cuenta que se debe preparar el día anterior. Y ahora, manos a la obra:
TERRINA DE SALMÓN
Ingredientes:
20 g de mantequilla derretida
200 g de filete de salmón cortado en trozos
4 huevos
1 taza de leche entera
Una pizca de especias mixtas
1 cucharada de brandy
Una pizca de Tabasco
2 cucharaditas de estragón fresco picado
Media cucharadita de sal
Un cuarto de cucharadita de pimienta blanca recién molida
Para la salsa de estragón:
200 ml de nata para cocinar refrigerada
Una pizca de sal
1 cucharadita de zumo de limón
1 cucharadita de estragón fresco picado
Elaboración:
1. Precalienta el horno a 160 ° C. Engrasa cuidadosamente con la mantequilla derretida un molde para horno de unos 750 ml de capacidad. El molde debe ser de paredes un poco altas.
2. Coloca el salmón en una picadora (puedes usar el elemento apropiado de tu batidora) con los huevos, la leche, la mezcla de especias, el brandy, el tabasco y el estragón picado. El caso es que quede bien mezclado. A continuación, sazona con la sal y la pimienta.
3. Vierte la mezcla en el molde, cúbrelo con papel de aluminio untado con mantequilla. Coloca el molde preparado sobre un plato o bandeja especial para horno. Vierte agua hirviendo suficiente en el plato de forma que llegue a cubrir media altura del molde. Al baño María, vamos. Lo del agua hirviendo o al menos bastante caliente creo que es para que esté ya en temperatura al meterla al horno y no tenga que calentarse desde cero (aunque tampoco me hagáis demasiado caso).
4. Hornear durante 40-50 minutos hasta que cuaje. Para probar si está listo, inserta la punta de un cuchillo. Éste debe salir limpio. Déjalo enfriar en el molde. Luego refrigera toda la noche.
5. Retira la terrina de la nevera 30 minutos antes de servir para que no esté demasiado fría. Justo antes de servir, prepara la salsa. Añade una pizca de sal a la nata y bate hasta que espese. Mézclalo con el zumo de limón y el estragón.
6. Con cuidado, pasa la hoja de un cuchillo por los bordes del molde. Vuelca la terrina en un plato largo, así saldrá limpiamente (esperemos). Puedes servirlo en la misma bandeja o cortarlo en porciones y presentarlo en platos individuales. Coloca una cucharadita de salsa sobre cada rebanada y el resto de la salsa en una salsera aparte. Servir con hojas de ensalada y decorar con las ramitas de estragón. Y si lo acompañáis con unos crackers o unas tostitas ya os queda de diez.
Cine para Degustar: 'Mi cena con André'
Sólo añadir que si os sale bien, la próxima vez nos invitéis a probarlo: ¡¡¡Buen provecho!!!

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