Cinerama Presents: VHSMania…por César del Campo de Acuña
Dirección: Rob Reiner.
País: Estados Unidos.
Año: 1987.
Duración: 98 minutos.
Género: Aventura. Comedia. Familiar.
Reparto principal: Robin Wright, Cary Elwes, Mandy Patinkin, Chris Sarandon, Christopher Guest, Wallace Shawn, André the Giant, Fred Savage, Peter Falk, Peter Cook, Mel Smith, Carol Kane, Billy Crystal, Anne Dyson, Margery Mason, Malcolm Storry, Willoughby Gray, Betsy Brantley y Paul Badger.
Guión: William Goldman.
Fotografía: Adrian Biddle.
Montaje: Robert Leighton.
Música: Mark Knopfler.
Diseño de producción: Norman Garwood.
Estreno en Estados Unidos: 9 de octubre de 1987.
Estreno en España: 18 de diciembre de 1987 (Madrid).
Otra historia inolvidable
La llegada del VHS a mi casa a mediados/finales de los 80 no solo permitió a mi padre grabar toda suerte de eventos deportivos que luego no vería jamás o alquilar toneladas de cintas de He-Man y los Masters del Universo para mí, sino que mis hermanas también se beneficiaron de las bondades del videoclub llevando a casa todo tipo de ñoñerías cinematográficas que hicieran más soportables sus noches de “canguro” cuando tocaran o simplemente les acercaran a todas esas películas que no llegaban al único cine que había en mi pueblo. La que menos aprovecho “el invento” fue mi madre, al menos hasta que le regalamos Lo que el viento se llevó en cinta, film que aún conserva. Pero volviendo a mis hermanas, las películas que solían escoger eran un rollo patatero de gente que bailaba (Flashdance, Dirty Dancing, Footlose…películas que con el paso de los años he aprendido a disfrutar), cantaba (Grease…), petardos sensibleros (ni de un título me acuerdo) y alguna que otra peliculilla fantástica como: Dentro del laberinto, Legend y reinando sobre todas ellas, La princesa prometida, un film que me invitaron a ver por qué salía Andre el Gigante y el niño de Aquellos maravillosos años (serie de la que vimos dos capítulos y nunca más se supo), que para mí siempre será el niño de Chicos monsters y El amo del videojuego.
El caso es que La princesa prometida, a pesar de parecer, sonar y ser una “peli para chicas” me encantaba y no se ni cuantas veces la pude ver y es por eso que le dedico esta nueva entrada de Cinerama Presents: VHSMania y no se me ocurre mejor forma de contarles de que trata esta cinta que con la sinopsis que todos aquellos que pasearan sus ojos sobre la contraportada de la cinta VHS leyeron en su día para decidir si la alquilaba o no: “En una estupenda tarde de sábado, el peor día para estar en la cama, un niño con un gran catarro intenta distraerse con un nuevo videojuego, pero las cosas se ponen difíciles, llega su abuelo insistiendo en hacerle compañía. El abuelo cree que el niño está deprimido a causa de su catarro e insiste en levantarle la moral con un antiguo libro reliquia de su familia…”The princess bride” (LA PRINCESA PROMETIDA). El nieto se muestra escéptico ante la idea, odia los libros, pero el abuelo le promete una historia emociante…”luchas a espada, torturas, venganzas. Hombres malos y hombres buenos, piratas y bellas princesas. Monstruos de todas clases y tamaños. Milagros y amor verdadero”. El chico, solo por complacer a su abuelo acepta oír algunas páginas…Estamos en un fantástico mundo medieval. La tierra de Florín”.
Bien leído esto puede que se estén preguntando si el encargado de redactar esta sinopsis en su día acertó o no. Lo cierto es que, aunque está redactada bastante mal, acertó de pleno con la trama y sobre todo en cómo vender con una sinopsis una cinta para alquilar. La princesa prometida es eso; luchas a espada, aventuras, gigantes, monstruos, venganza, milagros, humor, piratas, castillos, príncipes, princesas y amor, lo que la convierte en una de esas películas que siempre te dejan un buen sabor de boca y con una sonrisa de oreja a oreja. Personalmente, creo que uno de los puntos fuertes de este fantástico film es que es autoconsciente de que se trata de la narración de un cuento y todo lo que vemos no deja de ser la reinterpretación del niño de la historia que su abuelo le está contando, lo que le da un encantador y autoimpuesto aire de film de bajo presupuesto en el que la fanfarria de trompetas se convierte en un chiste continuo y en el que algunos escenarios parecen sacados de un plato de televisión. Por otro lado, la química entre los intérpretes es palpable tanto cuando la ves en versión original como cuando la ves doblada y cuando estas ante ella te das cuenta de que todos los actores lo estaban pasando genial rodando. Sumen además las estupendas frases de cada personaje; Todos y cada uno tienen su frase. Desde el “como desees”, pasando por el monologo de Vizzini y la inmortal sentencia de venganza de Iñigo Montoya.
Otra cosa que particularmente me gustaba, gusta y gustara es ver la habitación del niño en los breves segmentos en los que aparece solo por el placer de tratar de discernir las líneas de los juguetes que tiene (He-Man y Secret Wars), a que equipo pertenece y esas cosas (por cierto, por si tienen curiosidad al juego que está jugando el bueno de Fred Savage es Hardball!, titulo distribuido en 1985 por Accolade). Rob Reiner (si, si, el director de ese clásico de culto que es This is Spinal Tap) consiguió sacar adelante una película encantadora, atemporal y muy, muy recomendable para niños y todos aquellos que disfruten de ese cine de aventurillas sin pretensiones al que lo único que le importa es contar una historia que deje al espectador con una sonrisa enorme y esa sensación de que aun quedas relatos maravillosos en los que el bien siempre y de manera definida vence al mal. La princesa prometida es una de esas películas inmortales de los años 80 y aunque no llegue al nivel de popularidad de mitos cinematográficos como Los cazafantasmas o Los Goonies, si destaca lo suficiente para que nadie que la haya visto no trate de descubrírsela a una nueva generación. No es la mejor cinta de aventura, tampoco lo pretendía, pero aun así, la historia de amor entre Westley y Buttercup siempre permanecerá viva gracias a este film y sobre todo, gracias a aquellos que la seguimos celebrando y difundiendo.
Curiosidades:
- El escritor William Goldman estaba en el set de rodaje durante las escenas del bosque en el que el vestido de Robin Wright se incendiaba. Aunque Goldman sabía que iba a ocurrir, estaba tan metido en el momento que no pudo evitar gritar: “¡Su vestido está en llamas!”, arruinando la toma.
- Cuando se le preguntó a André el Gigante cual fue su aspecto favorito de filmar la película respondió inmediatamente: “Aquí nadie me mira”. Fue de las primeras veces en su vida en las que el gigante se sintió tratado como un igual, sin que la gente lo mirara a causa de su gran altura. Por cierto esta anécdota está recogida en el recomendable comic André el Gigante: Vida y leyenda de Box Brown.
- Mandy Patinkin ha dicho que el papel de Iñigo Montoya es su favorito de todos los que ha interpretado a lo largo de su carrera. Por cierto, Patinkin dijo en una entrevista en 2007 que desde que se estrenó la película, al menos uno o dos desconocidos al día le dicen la famosísima frase de su personaje en La princesa Prometida (Me llamo Iñigo Montoya. Tu mataste a mi padre… ¡prepárate a morir!). El actor añadió que le encanta escuchar la frase y ver como ha pasado a la historia del cine.
- Los roedores gigantes fueron creados con actores diminutos disfrazados de rata. En el día que Westley se suponía que tenía que luchar con una de los monstruosos roedores el actor principal, Danny Blackner, no aparecía por ninguna parte. Finalmente, Danny llegó en el set con una larga historia que incluía: ser detenido por exceso de velocidad (cuando volvía del bar a su casa), y, posteriormente, ser encarcelado por un par de horas por conducir bajo los efectos del alcohol (el oficial que le detuvo no se creyó que era actor y que al día siguiente se tenía que disfrazar de rata para lucha con un pirata).
- Cary Elwes y Mandy Patinkin realizaron la totalidad de las escenas de su lucha con espada después de muchas horas de entrenamiento (bajo la tutela de Peter Diamond y Bob Anderson, esgrimistas olímpicos y que han participado en películas como En busca del arca perdida, la franquicia Star Wars, El señor de los anillos y muchas otras). Según Rob Reiner, el único truco realizado por un doble en la citada escena fue la voltereta que da Patinkin.
- Aunque Fezzik siempre será el bonachón André el Gigante, pudo ser interpretado por muchos otros hombres. Liam Neeson reveló en una entrevista en 2007 que hizo la audición para el papel. Por otro lado, durante la pre producción se le ofreció el papel al jugador de baloncesto Kareem Abdul-Jabbar, pero no lo pudo aceptar por sus compromisos deportivos. Otro actor que pudo interpretar a Fezzik (considerador por Rob Reiner) fue Richard Kiel. Resulta curioso que cuando el autor William Goldman estuvo moviendo el guion durante la década de los 70 un desconocidísimo Arnold Schwarzenegger quiso interpretar al colosal gigante y se le considero seriamente ya que Goldman nunca pudo atraer a su primera opción, el luchador profesional André el Gigante.
- A pesar de que Fezzik es un personaje de fuerza sobrehumana los problemas de espalda de André el Gigante en el momento del rodaje le impedían levantar nada pesado. Robin Wright tuvo que ser atada con cables en la escena donde Buttercup salta de la ventana del castillo en los brazos de Fezzik ya que el luchador no la podía sujetar a la liviana actriz por sus propios medios.
- El director Rob Reiner dejó el set durante las escenas de Billy Crystal, porque se reía tan fuerte que llegó incluso a sentir nauseas. Patinkin dijo en una entrevista que la única lesión que sufrió durante toda la película se produjo en las escenas en las que compartió escena con Billy Cristal. Patinkin asegura que termino con una costilla magullada por aguantarse la risa.
- Uma Thurman audicionó para el papel de Buttercup. Ella fue considerada demasiado exótica para dar vida al personaje. Otras actrices que realizaron la audición para dar vida a la princesa fueron: Courteney Cox y Meg Ryan aunque según William Goldman la Buttercup ideal hubiera sido Carrie Fisher.
- En el libro y en la película se da a entender que el personaje del conde Rugen era un adulto cuando Íñigo Montoya era un niño. Christopher Guest, quien interpreta a Rügen, es en realidad es sólo cuatro años mayor que Mandy Patinkin, que interpreta a Iñigo.
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