Cirugía de derivación gástrica

En algunos casos, cuando la obesidad es muy severa y otros métodos han fracasado se aconseja realizar una operación de estomago. Hay muchos tipos pero hoy vamos a hablar de la derivación gástrica o bypass gástrico.
No todo el mundo es candidato a hacerse esta cirugía y es el médico especialista quien lo decidirá basándose en diferentes parámetros, como por ejemplo el IMC. Sabiendo que el IMC normal se encuentra entre 18 y 25 puntos, a partir de 30 se puede considerar obesidad. Para ser candidato se suele requerir un IMC superior a 35 con el añadido de una enfermedad relacionada con la obesidad y que podría mejorar adelgazando; o bién un IMC superior a 40.
Esta intervención consta de dos puntos claves: la reducción del estómago y la derivación. Primero se reduce el tamaño del estómago, dividiéndolo en dos partes mediante grapas. Se deja la parte de arriba más pequeña, dónde irá el alimento a digerir y la inferior más grande, que quedará inservible.
A continuación se hace el bypass conectando una parte del intestino delgado a la mitad pequeña del estómago. Con esto se consiguen dos cosas: comer menos ya que nos saciamos antes al llenarse el estómago rápidamente y segundo, absorber menos calorías y nutrientes ya que se ha evitado el paso del alimento por una gran parte del intestino delgado que los absorbe.
Esta intervención se realiza mediante anestesia general y generalmente por laparoscopia. El cirujano hace 4 o 5 pequeñas incisiones en el abdomen y por estas introduce una cámara y el instrumental quirúrgico, así se evita grandes cicatrices y permite una recuperación más rápida.
Antes de la operación es necesario realizar una serie de pruebas y verificaciones para garantizar que el estado de salud permite someterse a la operación. Se hace una revisión médica completa y una valoración psicológica para determinar que la persona está convencida y sabe lo que le espera. También se hacen unas visitas nutricionales para enseñar como hay que comer una vez operado. Si tomas medicación el médico té indicará qué medicaciones tendrás que dejar antes de la operación, como por ejemplo los anticoagulantes. También es recomendable dejar de fumar semanas antes de la operación y obligatorio estar en ayunas horas antes de la operación.
Después de la operación, estarás un par de días sin comer y poco a poco introducirás alimentos líquidos para ver como tu organismo los tolera. También llevarás una sonda de la nariz hasta el estomago, la cual permite la salida de jugos gástricos y del intestino. Lo antes posible empezarás las movilizaciones, primero sentada en el sillón y luego empezar a andar. También recibirás calmates para el dolor y cuando los médicos consideren que estas lo suficientemente estable como para ir a casa te darán el alta.
En cuanto a la perdida de quilos, la mayoría de pacientes pierden de 4 a 10 kg al primer mes, ya que este mes solo se comerán alimentos líquidos y semilíquidos. Si se siguen bien las pautas de alimentación, es posible perder la mitad o más de los kilos extras. Por ejemplo, si tienes 50 kg de sobrepeso podrías perder 25 o 30. Es importante saber que con la operación sola no se perderá todo el peso necesario, es importante adquirir nuevos hábitos saludables, sobretodo en la alimentación y ejercicio. Si comemos poco pero mal la operación será inútil.
Mucha gente pregunta acerca de los riesgos que conlleva la operación y la verdad es que existen riesgos. El médico tiene la obligación de decírtelos y firmarás un consentimiento informado conforme aceptas y conoces los riesgos.
Los riesgos incluyen: gastritis (inflamación del estómago, a menudo dolorosa), úlceras y lesiones, problemas de sutura con la consecuencia de salida del contenido gástrico a través de la incisión, que puede acabar provocando una sepsis,  mala nutrición, debido a la malabsorción de nutrientes que se crea extirpando parte del intestino y por último vómitos. Los vómitos empeoran si comemos más de lo que nuestro estómago es capaz de tolerar. Como toda operación, existe riesgo de muerte.
Bajo mi punto de vista, esta es una operación muy seria y hay que pensárselo muy, muy bien. Opino que siempre que sea posible es mejor adelgazar con dieta y ejercicio y dejar las operaciones como último recurso.

Raquel Quijada - Flickr https://www.flickr.com/photos/68021047@N03/6265673050/in/photolist-axFdiG-rhdxtX-qqeRyw-r5LYng-qqeybW-r5EMdf-8D3X3f-zGNHbA-pEjQt-rnUcRk-94RMhv-pY4SmB-qkeKwm-qZF1BY-aphQNz-dYiMv9-7FUWmU-qZF1KU-8qRF4U-7FUWn3-boDR4f-4qvQgK-qRfJDc-hcvca-qbGRvf-aDzjez-4ZkjPB-7G4kpA-oViQSH-vFMeSE-fZsGs2-BTAhf-7Mhc9D-oTxJpm-aeupXB-4Zpxkq-uMk5Rq-vruuDf-cW8ehL-BTAar-vG7Eg1-4o5t8t-4ZkjHi-AkZto-4o5tf8-awij2c-cAGjoA-vJeKCM-4o9wNE-vFZR23