Visceral, pasional. Es lo que primero que me viene a la mente al sentarme a escribir mis impresiones sobre Cisne negro. La película retrata, de manera bastante fiel, las exigencias y sacrificios del "ejército" al que ingresan las bailarinas. La exigencia del director, la de la família... y la propia autoexigencia. La dualidad del ser humano, esos dos lados que todos tenemos y con los que, afortunadamente, la mayoría de las veces, sabemos convivir y somos capaces de dominar.
Cisne negro nos muestra que no todos tenemos esa fuerza, el lado claro y el lado oscuro, tantas veces retratados en el cine, que esta vez se muestra de una manera encantadora, paralizante, aterradora, logrando mezclar belleza y perturbación de una manera sutil... la sutilidad de un ballet clásico. La fotografía y los movimientos de cámara son parte de los logros de la película y responsables de transmitir todos esos sentimientos.
En la película, el director de la compañía, Thomas Leroy, interpretado por Vincent Cassel -que, como siempre, está espectacular en su papel- le pide a Nina, Natalie Portman, que sienta el personaje y, a partir de ese momento, el espectador pasa a sentir y a vivir lo que le ocurre a ella. La madre es otro personaje fielmente retratado y muy bien interpretado por Barbara Hershey. Los actores están todos muy, muy bien, sin excepción.
Natalie Portman se luce en el papel y, a pesar de toda la locura, uno cree en su interpretación e, incluso, entiende y comparte toda la vorágine del personaje, sus miradas, su dulzura y locura son PERFECTAMENTE creíbles e interpretadas por una actriz que estaba hecha para el papel... o el papel hecho para la actriz. Sea como sea, ¡la interpretación es perfecta!
No es la primera vez que Darren Aronofsky hace esto. Ya en Réquiem por un sueño logró, no solamente que viéramos, sino que viviéramos, la película. Y ahora lo ha vuelto a hacer. Pero, esta vez, se ha superado, quizá porque el tema es ahora un poco más ameno. Y así, uno sale tocado del cine, con la extraña sensación de terror, pero, al mismo tiempo, de querer bailar y vivir intensamente.
Y, bueno, lo que tengo que decir es: ¡chapó, Darren, has hecho un excelente trabajo con todos los actores y has logrado brindarnos un Cisne negro visceral!
NOCELONI