Revista Cultura y Ocio
En el edificio de la INACH en Punta Arenas y con la presencia de la comunidad kawésqar, autoridades y la vicepresidenta ejecutiva de la Fundación de las Comunicaciones, Capacitación y Cultura del Agro (Fucoa) Paz Hernández, se realizó el lanzamiento del primer texto bilingüe kawésqar – castellano: “Cuentos Kawésqar” de los autores José Tonko y Oscar aguilera.
En total son 11 cuentos recopilados entre 1975 y 1985, y entre 2006 y 2007. Los relatos abordan el mundo mítico, poblado por animales y hombres que interactúan, y en el cual la muerte ocupa un lugar destacado. A ello se agrega un alfabeto y una guía de pronunciación.
Adjuntamos la presentación del libro realizada por el profesor Cristián Muñoz Vera.
Estimadas autoridades y público presente, queridos amigos Oscar y José. Quiero agradecer haber sido invitado en calidad de panelista para la presentación del libro “cuentos kawésqar”, situación que me honra sobremanera.
En este día quisiera compartir con ustedes algunas ideas, en torno a la producción que nos convoca.
Lo primero que deseo aportar, versa respecto de la trascendencia que posee el rescate del acervo a una cultura seriamente afectada por un pasado de inconsciencia para con los derechos de las etnias australes en Patagonia Chilena. En el caso del libro “cuentos kawésqar”, dicho rescate es evidente; sea porque promueve a comprender más ampliamente la cultura de estos grupos humanos, o bien, a que permite revitalizar la lengua de las etnias canoeras de éste confín del mundo, revitalización que se presenta desde la propia voz de los actores y no desde las acostumbradas interpretaciones no indígenas; pero aun más y por qué no decirlo, es una posibilidad de reivindicación a la dignificación de estos grupos humanos, quienes en un pasado no muy lejano, debieron padecer vejaciones que incluso llegaron al perjuicio de su integridad física y que en el caso de sus homólogos selknam, debemos lamentar eternamente, pues ellos nunca más estarán en medio nuestro.
En este contexto, quienes vivimos en la zona de Magallanes, estamos apelados por un imperativo ético a tomar conciencia plena de lo que significa el respeto a los derechos humanos. La memoria y la identidad no deberán nunca más ser construidas a espaldas de las etnias que hoy existen en medio nuestro. Pero nuestro presente, en esta materia, es promisorio. Nos invita a mirar con esperanza los diversos avances en la reivindicación cultural de nuestra identidad local, esto es; considerar la participación activa de los aborígenes en la construcción identitaria. El libro “cuentos kawésqar” es sin duda alguna, una contribución más, que se suma a variadas expresiones que persiguen este mismo fin.
Como segunda idea, me parece motivante resaltar la lectura sinóptica en que se presenta el trabajo realizado por José y Oscar; no sólo porque estamos frente a la primera recopilación bilingüe (kawésqar – castellano) de relatos indígenas, como acertadamente nos advierte la prologuista del libro; sino que además nos permite observar, y por qué no decirlo: “escuchar”, nuestro idioma en forma comparativa con el habla ancestral kawésqar, cuya estructura gramatical, fonética y simbólica, nos abre nuevas perspectivas para reconstruir nuestra forma de narrar el cotidiano actual; abandonando la errónea idea de que las lenguas originarias no poseen valor desde una comparación con nuestro idioma dominante.
Un tercer punto que me agradaría rescatemos del texto, es el hecho de que se hayan recopilado relatos y que esas narraciones sean cuentos. Primero, porque el tratamiento del relato en este libro, se expresa con inmenso respeto por la experiencia del relator y su forma de narrar, disposición que se distancia de la sofisticación estética para representar lo indígena. A mi juicio dicho refinamiento, lamentablemente majadero en variadas experiencias de las artes, es el encubrimiento a la pretensión por mejorar lo rústico y primitivo que hay en lo aborigen; consideración que me inclina a pensar de que lo indígena en su estado puro, aparenta para algunas personas, una carencia de belleza. Muy por el contrario, los relatos de los cuentos kawésqar conllevan una estética que se anida en el no refinamiento que parece presentar la narración indígena, y esto lo digo no porque considere negativo la estética sofisticada u la abstracción grandilocuente, sino simplemente porque lo indígena tiene su propia identidad en cuya expresión se hace presente su belleza (lájep en kawésqar).
En consecuencia, la belleza del cuento kawésqar, va más allá de la descripción fantástica que relatan los hombres y mujeres de esta etnia, partiendo de su experiencia inmediata con su entorno. Más bien, dicha narración nos permite ingresar en la cosmovisión mítica de esta cultura, donde el mito es un vehículo que posibilita comprender la profunda conexión existente entre el mundo espiritual y el mundo concreto de la vida cotidiana que posee la cultura kawésqar. En consecuencia, es en esta conexión espiritual – material de las etnias originarias, la que nos provoca una atracción con el mundo indígena, pues conlleva en su estética una nostalgia por aquello que los contemporáneos hemos perdido: “nuestro vínculo con lo trascendente”.
La última idea que me parece pertinente reflexionar al tenor del libro, tiene que ver con las proyecciones pedagógicas de este material. En el campo de la educación intercultural, ampliamente promovida en el concierto latinoamericano a través de los programas de educación intercultural bilingüe, que para el caso chileno tienen una acumulación de experiencia importante, nos invitan a considerar los alcances pedagógicos de un enfoque etnoeducativo en las curriculas académicas. La pedagogía en consecuencia, ha de plantearnos desafíos para el tratamiento acerca de la temática sobre identidad y pueblos originarios, permitiendo sobre todo a los no indígenas la fortuna de enriquecernos interculturalmente de la lengua y costumbres de las etnias presentes en medio nuestro. Para tales retos didácticos, producciones como “cuentos kawésqar” son instrumentos de alto valor, en cuanto son un aporte al proceso de enseñanza y aprendizaje, por ser eficaces herramientas etnoeducativas que promoverán el acervo de las etnias originarias desde una óptica intercultural.
Queridos amigos José y Oscar, Señora Paz Hernández; gracias por permitir la existencia de éste legado, es un libro que nos recuerda que el texto es más que un conjunto de páginas para tratar de particulares materias. Esta investigación, es por ende mucho más que la especulación sobre una cultura mirada desde la distancia; aquí la experiencia humana se vuelve texto y en ello radica su valor.
En mi condición de profesor, sólo me resta agradecer el poder compartir estas palabras en tan magno evento y comprometerme a dar a conocer el contenido del libro “cuentos kawésqar” desde mi quehacer educativo, esperando aportar con ello a la creciente toma de conciencia, que aparentemente cada vez más personas se involucran desde convicciones de vida a la relevancia en dicha tarea… espero que éste su libro “Cuentos kawésqar” junto a otros trabajos, nos permitan contribuir a madurar este camino de concientización, e insto a todos los presentes apoyar esta senda que nos posibilitará promover redes sociales que permitan reproducir en medio nuestro, esfuerzos interculturales de comunicación entre la cultura local y el acervo ancestral kawésqar…
Muchas Gracias