Revista Cultura y Ocio
La antropología y la socio-lingüística acuñó el concepto de diglosia; vocablo que expresa la relación entre dos lenguas u idiomas que conviven en una misma zona geográfica; pero siendo una dominante sobre la otra. Los estudios de David Crystal (“La Muerte de las lenguas”, 2001) quien trata el tema de la velocidad con las que están desapareciendo las lenguas, sin que se haga nada por impedirlo; es un llamado a promover un movimiento universal (algo así como un “Green Peace” de las lenguas) que luche por que esto no ocurra. Una de las iniciativas que trabaja contra la diglosia es la revitalización de lenguas
El tema de las lenguas en peligro ha cobrado fuerza en los últimos veinte años, cuando el enfoque se amplió desde el interés académico al social y político. Una lengua desaparecida es un universo que se acaba, una forma de mirar el mundo y un recurso que se extingue es lo que se lee en los informes de UNESCO, organismo que en 1996 publicó un mapa de lenguas amenazadas o en extinción. En pleno siglo XXI el panorama de las lenguas en Patagonia es desolador, la cantidad de personas hablantes plenamente competentes es casi nulo.
El profesor Óscar Aguilera, lingüista, que desde 1975 viene estudiando el Kawésqar; junto al lingüista José Tonko (ambos en la fotografía), han logrado desarrollar una serie de documentos español-kawésqar que componen un conjunto de materiales para la enseñanza de esa lengua. El objetivo es que los más jóvenes de la comunidad aprendan para asegurar el futuro de dicho acervo cultural. El proyecto incluye la formación de un consejo, una suerte de Academia del Kawésqar, que unifique criterios. Aguilera busca impedir que el kawésqar desaparezca como sucedió con la lengua de los sel'knam (onas) y de los aoniken (tehuelches), pueblos que sucumbieron física y culturalmente.