Canción fetiche la que pongo hoy en esta sección, aún y cuando el protagonista de la misma me cae bastante poco bien, y siempre me ha dado la sensación de que tiene una fregona metida en el culo.
El caso es que está canción me encanta desde la infancia, la pedía incluso en la radio (lejos quedan ya las peticiones de Radio Ulldecona), y la cantaba a grito pelado tratando de emular la voz de tenor de Francisco.
Este alcoyano, que arrancó su carrera bajo el amparo de Camilo Sesto, aparte de escándalos y desastres varios, ha sido capaz de ganar dos veces el desaparecido Festival de la OTI, siendo el único que consiguió tan extravagante honor.
Una letra que con el paso de los años toma otra magnitud, ya que si se escucha con otra edad que no es la infantil, da por pensar que seguro que el prota de la misma se hizo algún tocamiento a costillas de esa diva de papel.