Clásicos entre suicidios, idiomas, reclamos y una pizca de censura - Actualidad literaria - Noticias del mundillo
Por Eltiramilla
El Capitán América tiene un nuevo enemigo al que combatir, en este caso no se trata de un villano, sino de los suicidios en los Estados Unidos. Marvel ha anunciado la publicación de un número especial del cómic en el que la historia se centrará en la importancia de evitar este tipo de tragedias. El especial, titulado Captain America: A Little Help (Capitán América: Un poco de ayuda), ha sido lanzado ya por Marvel de forma gratuita en su tienda digital y en sus aplicaciones para los dispositivos de Apple. El cómic, que mostrará el número telefónico gratuito de atención de la Asociación Nacional de Prevención de Suicidios, ha sido desarrollado por el psicólogo Tim Ursiny y contará con once páginas con ilustraciones de Nick Dragotta. Cuenta la historia de un joven que está a punto de tirarse desde lo alto de un edificio, cuando se encuentra con el Capitán América en plena lucha con sus enemigos y se convierte en la única esperanza para salvar al superhéroe. Además del formato digital, los seguidores del Capitán América encontrarán esa historia en papel dentro del número 5 de la serie I Am An Avenger (Soy un vengador), que ya se ha puesto a la venta en Estados Unidos. En 2010 causó alarma una ola de suicidios entre jóvenes homosexuales que no pudieron soportar el acoso al que se les sometía, por lo que un gran número de caras conocidas comenzaron a lanzar mensajes para prevenirlos.
Por su parte, el popular
Tintín ha añadido un idioma más a su largo currículum, y comenzará a publicar sus historias en hindi, la lengua más importante de la India, con unos 422 millones de hablantes (el 41,3% de la población). Hasta ahora, los lectores indios debían conformarse con las publicaciones en inglés o en otras lenguas para poder disfrutar de las aventuras del reportero belga más famoso del mundo. En la nueva traducción, los personajes del cómic han sido adaptados no solo al idioma, sino también al país, para que los lectores de
la India encuentren sus propias referencias culturales y lingüísticas. Milú es Nathak, los detectives Hernández y Fernández son Santu y Bantu, y el capitán Haddock, que en castellano maldice con “¡Mil millares de mil millones de rayos y truenos!”, lo hace ahora con “Karod kasmasate kaale kacchuve” (¡Cien millones de tortugas negras caminando!)”.
Quien no está para muchas alegrías es el dibujante Albert Duerzo, creador junto al escritor René Goscinny de los cómics de
Axtérix, ya que ha recibido un aviso de la Hacienda francesa en el que se le exige que pague 203.000 euros, porque no le reconocen como coautor de los cómics del famoso guerrero galo, sino sólo como ilustrador. Al no considerarle autor del mismo, deberá pagar por los 24 títulos en los que sólo firma como dibujante (tras la muerte de Goscinny en 1977, Uderzo siguió publicando números encargándose del guión y de los dibujos). Los tebeos de
Astérix son un negocio redondo: se han vendido ya más de 325 millones de euros desde su creación en 1959. Y es que no son un negocio sólo sobre papel: en el cine,
Axtérix ha conseguido hacerse un buen hueco, y ya se prepara la cuarta adaptación con personajes reales. La última en sumarse a esta aventura es la actriz francesa Catherine Deneuve, quien interpretará a la reina de Inglaterra. El rodaje de la película, que tiene como título provisional
God Save Britannia, comenzará el próximo 4 de abril en parajes de Hungría e Irlanda. Además, Gerard Depardieu repetirá como Obélix y Edouard Baer será Axtérix.
Sin embargo, la noticia que ha despertado más polémica estas últimas semanas ha sido la publicación de nuevas ediciones de
Tom Sawyer y
Huckleberry Finn que omitirán la palabra negro, sustituyéndola por esclavo para evitar expresiones raciales que puedan resultar ofensivas. El responsable del proyecto es el profesor de literatura y especialista en Mark twain, Alan Gribben, junto a la editorial NewSouth Books. Será una tarea complicada ya que, tan sólo en el caso de la segunda obra, la expresión aparece hasta 219 veces. La decisión de la editorial y la postura de Gribben han generado un amplio debate en EE.UU. Los contrarios recuerdan que el autor estadounidense escribió ambos libros ambientados en el estado de Mississipi, en 1876 y 1884, respectivamente, en plena posguerra civil tras la abolición de la esclavitud en los estados sureños.