Claves de sol: El rock siempre será Suave

Propongo un juego, o un experimento si preferís llamarlo así. Salid a la calle y preguntad a todos cuantos pasen cuál es la primera imagen que se les viene a la cabeza cuando piensan en el rock. Probablemente la mente vuele hacia el mítico águila ramonera, pero debéis entonces delimitar fronteras y preguntar por el rock estatal. Sin ninguna duda, os hablarán de un gato.

Se trata de un gato negro, con gesto enfurecido, dientes afilados y ojos ensangrentados. Este gato a veces habla en gallego, mientras que otras veces habla el idioma de la lucha. Ha nacido en los años ochenta, pero las arrugas cada vez le hacen más fuerte. Es rudo, duro, atronador en su justa medida, directo, sincero, contundente y suave, muy suave.

Si bien es cierto que cada persona tiene su propia banda sonora, también lo es que cada género musical tiene sus propios padres. Puede que esto varíe según la persona, pero no creo equivocarme al decir que, sin duda, unos de los padres del rock creado en España, son Los Suaves.

Los hermanos Domínguez supieron hacer eso que se necesitaba hacer en el momento adecuado. España necesitaba, por aquella década, que alguien gritara a pleno pulmón qué estaba pasando. Sin tapujos, sin tabúes, sin convencionalismos. Y llegaron ellos, cual gato en celo, para hacerlo sin ningún tipo de más allá. Ese mismo más allá que el destino le devolvió en forma de teloneros de EL grupo de rock internacional por antonomasia, The Ramones, o en forma de grupo invitado en un concierto de The Rolling Stones.

Los suaves

Hay algo especial, algo que ellos y muy pocos más grupos han logrado conseguir, consciente o inconscientemente. Ese algo se llama principios, dignidad, y es lo que hace que por muchas copias vendidas, por muchos estadios llenos de miles de personas coreando sus canciones, por mucho tiempo en la cima, nada cambie, todo siga como al principio, sin ceder ante las corrientes comerciales que rondan cada día más la sombra de todo grupo con ángel.

Han sabido llegar ahí y mantenerse, asegurándose que quienes están a los pies de sus escenarios estén donde están porque no hay otro sitio mejor, porque realmente saben que “Dolores se llamaba Lola”, y que por mucho tiempo que pase, nunca dejará de llamarse así. Porque saben que querer a Los Suaves es querer al rock sincero, de ese que va más allá de las canciones, que se asienta sobre una actitud, una manera de ver la vida, sin importar qué sea lo más rentable económicamente.

Porque, pase lo que pase, hay gatos que perduran en el tiempo, independientemente de si han sobrepasado ya sus siete vidas o no. Porque hay gatos a los que no les preocupa en absoluto caer de pie, sino saber que tras la caída les espera una épica subida. Porque por mucho que los tiempos cambien, que nazcan aquellos que pretendan hacernos ver las cosas como no son, que el supuesto progreso arrase con todo bajo su propio pretexto, por mucho que todo se derrumbe, “sólo el gato aún sigue vivo”.

Miriam

Soy una chica leonesa que ha tenido que irse a Valladolid para cumplir su sueño, hacer periodismo. A pesar se ser este mi primer año de carrera, tengo el orgullo de ser colaboradora de Ruta 42. Por lo demás no hay mucho que contar, toco la guitarra, me gusta el rock y devoro todo tipo de literatura, especialmente la poesía.

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